Si editan este artículo, puede servir como introducción a la ética medica y motivo de exposición
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ARTÍCULOS DE REFLEXIÓN
En la cuna de la
Bioética: el encuentro de un credo con un imperativo y un principio*
No berço da bioética: o
encontro de um credo com um imperativo e um principio
Leo Pessini** Traducción del portugués al español: Luis Alberto
Sánchez–Alfaro***
Resumen
Este artículo hace una
incursión hacia los orígenes de la Bioética, rescatando, históricamente, tres
protagonis- tas importantes. Uno más conocido y reconocido, Van Rensselaer
Potter en los EUA y el otro completamente desconocido, del cual solo muy
recientemente tuvimos noticia, en 1997, se trata del filósofo, teólogo, pastor
y educador alemán Friz Jahr. Sabemos que la expresión Bioética fue utilizada
por primera vez por Jahr, en Alemania, en 1926 y 1927 en un artículo publicado
en la revista científica Kosmos intitulado “Bio-Ethik: Eine Umschau über die
ethischen Beziehungen des Menschen zu Tier und Pflanze”. Jahr amplió el
concepto del imperativo kantiano y propuso el Imperativo Bioético “respeta a todo
ser vivo, como principio y fin en sí mismo y trátalo, si es posible, como tal”.
El concepto de bioética de Jahr incluía, además del ser humano, a todas las
formas de vida. El tercer protagonista en la fase inicial del surgimiento de la
Bioética es Hans Jonas, filósofo judeo–alemán, que elaboraría el principio de
la responsabilidad pensando y elaborando una ética frente al dominio creciente
de la civilización técnico–científica. La expresión Bioética obtuvo el
certificado de nacimiento y se consolida en los EUA durante los años 70 y
después es “exportada” al mundo, a partir de los años 80 del siglo pasado, con
los trabajos de Potter y la fundación del Instituto Kennedy de Bioética junto a
la Georgetown University en Washington, DC.
Palabras clave: Bioética,
ciencia, religión, principio de responsabilidad, desarrollo. Resumo
Este artigo faz uma
incursão nas origens históricas da bioética resgatando historicamente três
protagonistas importantes. Um mais conhecido e reconhecido, Van Rensselaer
Potter nos EUA e o outro completamen- te desconhecido e que somente muito
recentemente temos notícia, em 1997, trata-se do filósofo, teólogo, pastor e
educador alemão Friz Jahr. Ficamos sabendo que A expressão Bioética, foi
utilizada pela primeira vez por Jahr, na Alemanha, em 1926 e 1927 num artigo
publicado na revista científica Kosmos intitulado “Bio-Ethik: Eine Umschau über
die ethischen Beziehungen des Menschen zu Tier und Pflanze”. Jahr ampliou o
Artículo de reflexión.
Documento entregado el 15 de febrero de 2013 y aprobado el 17 de junio de 2013.
** Doctor en Teología Moral/bioética. Postgrado en Clinical
Pastoral Education and Bioethics por el ST. Luke’s Medical Center (Milwaukee,
EUA). Profesor del programa de posgrado en Bioética (maestría y doctorado) del
Centro Universitário São Camilo. Autor de numerosas obras en el área de la
bioética. Actualmente es Presidente de las organizaciones Camilianas
Brasileñas, una red de 52 hospitales presentes en 19
Estados brasileños.
Correo electrónico: pessini@saocamilo-sp.br
*** Odontólogo, Universidad Nacional de Colombia.
Especialista y Magíster en Bioética, Universidad El Bosque. Estudiante del
Doctorado en
Bioética, Universidad El
Bosque. Profesor y Coordinador de Publicaciones, Departamento de Bioética,
Universidad El Bosque.
*
8
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Introducción
La Bioética, tomando en
cuenta la perspectiva del bioquímico norteamericano Van Rensselaer Potter y la
fecha de la publicación de su pri- mer artículo en 1970, ya completó 43 años de
existencia desde que el término fue acuñado. Investigaciones recientes en el
área cambian esta fecha hacia la década de 1920, exactamente 1926–27 en
Alemania y descubren la figura de Fritz Jahr. En el momento la investigación en
curso identifica como fecha precisa el 15 de di- ciembre de 1926 siendo su
primer escrito sobre bioética titulado: Ciencias de la vida y ética:
conocimiento viejo en ropas nuevas. En este artículo él presenta por primera
vez el impera- tivo bioético. Hecho histórico, en este sentido, fue el
lanzamiento del libro “Fritz Jahr and the Foundations of Global Bioethics: The
Future of Integrative Bioethics” editado por Muzur Amir y Hans–Martin Sass en
el VIII Congresso In- ternacional de Bioética Clínica realizado en São Paulo
(16–19 de mayo de 2012). No sin una
pizca de ironía, en el
folleto de divulgación del libro se lee: <<usted sabe ¿quien inventó la ‘Bioé- tica’? ¡No, los
americanos no! Fue Fritz Jahr un pastor en Halle an der Saale. En 1926–27 él se
contrapuso criticamente al imperativo categórico de Kant con su Imperativo
Bioético: ‘Respeta a todo ser vivo, como principio y fin en sí mismo y trátalo,
si es posible, como tal’>>1.
Nuestra jornada
reflexiva en torno a la cuna de la Bioética se hace en tres momentos funda-
mentales, con tres protagonistas. Comenzamos con Potter en los EUA en1970 con
su “credo bioético” y el concepto de “bioética como puente hacia el futuro”2, luego regresamos en el tiempo histórico a la década de
los años 20 del siglo pasado, exactamente a los años 1926–27 con Fritz Jahr y
su propuesta del Imperativo bioéti- co, que incluye una visión ética para,
además
1
2
En la cuna dE
la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un
principio
conceito do imperativo
Kantiano e propõe o Imperativo Bioético “respeite todo ser vivo, como princípio
e fim em si mesmo e trate–o, se possível enquanto tal”. O conceito de bioética
de Jahr inclui, além do ser humano, todas as formas de vida. O terceiro
protagonista na fase inicial do surgimento da bioética e Hans Jonas, filósofo
judeu-alemão, que vai elaborar o seu principio da responsabilidade, pensando e
elaborando uma ética frente ao domínio crescente da civilização
técnico–cientifica. A expressão Bioética ganhou certificado de nascimento e se consolida
nos EUA durante os anos 70 e depois é “exportada” para o mundo, a partir dos
anos 80 do século passado, a partir dos trabalhos de Potter e mais a fundação
do Instituto Kennedy de Bioética (1971) junto à Georgetown University em
Washington, DC.
Palavras–chave:
Bioética, ciência, religião, princípio da responsabilidade, desenvolvimento.
“Les pido que piensen la
Bioética como una nueva ética científica que combina la humildad, la
responsabilidad y la competencia, que es interdisciplinaria e intercultural, y
que intensifica el sentido de la humanidad”. Van Rensselaer Potter
“Respeta a todo ser
vivo, como principio y fin en sí mismo y trátalo, si es posible, como tal”.
Fritz Jahr
“Obra del manera que los
efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana
auténtica en la Tierra”. Hans Jonas
MUZUR, Amir y SASS,
Hans–Martin (Eds). Fritz Jahr and the Foundations of Global Bioethics: The
Future of Integrative Bioethics. Munster: Lit Verlag, 2012, 400p.
POTTER, Van
Rensselaer. Bioethics: Bridge to the future. Engle- wood Cliffs: Prentice Hall,
1971, 205p.
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Leo Pessini
de los seres humanos,
todos los seres vivos: “respeta a todo ser vivo, como principio y fin en sí
mismo y trátalo, si es posible, como tal”3. El ter- cer protagonista es el filósofo, judeo–alemán,
Hans Jonas (1979), que elabora el principio de la responsabilidad y nos propone
una ética frente a la civilización técnica, con el cultivo de una “heurística
del temor”, para no dejar que el homo faber domine al homo sapiens. Concluimos
nuestra reflexión4 con una apro- ximación entre los tres protagonistas
pioneros en la agenda bioética, en su nacimiento, y que proféticamente se
antiparon a los hechos y a la exigencia de hoy, para que podamos garantizar el
futuro de la vida en el planeta. La actualidad de esta cuestión es
incuestionable, solamente recordando la discusión vigente en el mundo
patrocinada por la ONU, cuando en 2012 esta organización programó en Brasil, en
Rio de Janeiro, la realización de la Conferencia para el Desarrollo Sostenible
con el apellido “el fu- turo que queremos”. Se trata de la conferencia Rio+20.
1. Van
Rensselaer Potter: Pionero en los EUA (1970)
1.1. Conociendo la
persona
El 6 de septiembre de
2001 falleció el Dr. Van Rensselaer Potter (1911–2001) en Madisson, pequeña
ciudad del Estado de Wisconsin, en el medio oeste de los Estados Unidos. Potter
nació en el Estado de Dakota del Sur el 27 de agosto de 1911, murió al
completar sus 90 años. Su abuelo murió de cáncer a los 51 años, un año antes de
su nacimiento, del cual heredó el nombre, viniendo a llamarse Van Rensselaer
Potter II. Su madre
murió en un accidente de carro cuando él tenía siete años, desde entonces se
apegó mucho a su padre. Potter dejó una esposa, tres hijos, seis nietos y dos
hermanas.
Recibimos un comunicado
de su nieta Lisa Pot- ter, que trabajó muy de cerca con su abuelo de 1994 a
1997 ayudándolo en las publicaciones de bioética y en conferencias.
Textualmente leímos: “lamentamos informar que Van falleció ayer (6/09) a las
05h20min de la tarde; él estaba confortable y la familia se mantenía presente
al lado del lecho. Yo sostenía su mano cuando exaló su último suspiro. Se que él
sintió el apo- yo y amor de la família. Murió luego de haber cumplido su 90o
aniversario y tuvo la fortuna de ver muchos miembros de la familia. Senti-
remos mucho su falta”.
Fue él quien acuñó el
neologismo bioethis en 1970. Llamarlo “el padre de la Bioética”, como muchos
hacen, sería exagerado según algunos estudiosos del área de historia de la
Bioética y decir que él es solamente el autor del neologismo “Bioethics” sería
no hacer justicia con la altura de su persona como investigador y pionero de la
bioética, ya que acabó siendo marginado por sus compatriotas. Potter, pocos
días antes de su partida dejó un mensaje final a los amigos de su “red de
bioética global”. En este mensaje demues- tra resentimiento por el no
reconocimiento de su trabajo en bioética en su propio país.
Por un largo período de
tiempo 1980–1990 nadie reconoció mi nombre y quise ser parte de una misión. En
los EUA hubo una explosión imediata del uso de la palabra bioethics por los
médicos, que han dejado de mencionar mi nombre o el título de mis cuatro
publicaciones 1970–1971. Infelizmente, su imagen de la bioé- tica retrazó el
surgimiento de lo que existe hoy5.
5 POTTER, Van Rensselaer. Dear
Global Bioethics Network. Final Message [en línea]. [Fecha de consulta:
noviembre 23 de 2004]. Disponible desde: http://www2.ula.ve/cdcht/index.
php?option=com_docman&task=doc_download&gid=121
3
4
JAHR, Fritz.
Wissenschaft wom Leben um Sittenlehre. Dei Mit- telschule. Zeitschrift für das
gesamte mittlere Schulwesen. 1926, vol. 40 (45): 604–605.
PESSINI, Leo;
SIQUEIRA, José Eduardo y HOSSNE, William Saad (Orgs). Bioética em tempo de
incertezas. São Paulo: Centro Universitário são Camilo y Edições Loyola, 2010,
455p.
10
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La biografía de Potter
es particularmente rele- vante para la historia de una idea, el concepto de
autonomía desempeña hasta hoy un papel pre- dominante en la ética biomédica
norteamerica- na. Antes de enfocar los derechos individuales, él enfatiza las
responsabilidades personales. Potter, incluso, no solo elaboró sino que vivió
su credo de activista, que hace énfasis en la responsabilidad social y
ambiental. En la con- dición de un bioeticista virtuoso, que lo fue, no solo
vivió su visión de bioética, sino también, convocó a otros a hacerlo, afirmando
que para que alguien merezca ser llamado bioeticista debería seguir tal credo,
el cual presentaremos íntegramente a lo largo de este texto, después del
análisis al legado intelectual de Potter. En la bioética potterianna se
destaca, por tanto, un fuerte énfasis en la ética de las virtudes, que adquiere
un tono casi de predicación.
Potter era considerado
un miembro distinguido de la “Unitarian Society of Madison” (Sociedad
Unitariana de Madison), una organización de inspiración cristiana, que sigue el
espíritu de Jesús de Nazareth y defiende la perspectiva de una religión
liberal. Entre otros objetivos de esta organización el primero de ellos es “la
inte- gridad de la vida”, que significa totalidad (who- leness). Para las
personas de genuina integridad todos los objetivos y cuestiones de vida están
interrelacionados. Los unitarianos se constitu- yen en una cofradía de libre
pensamiento en la que son aceptados como miembros “...personas de todas las
opiniones teológicas, que se desean unir a nosotros en la promoción de la
verdad, la justicia, la reverencia y la caridad entre los hombres”. Se trata de
una asociación abierta, donde el ateo honesto se puede declarar como tal, sin
ningún miedo, así como el creyente piadoso puede hablar de su unión personal
con el universo y con Dios sin vergüenza.
Textualmente leemos:
“...la única exigencia que hacemos y que esperamos es que seamos ho-
nestos con nosotros
mismos y con los otros”6. Aunque no haya leído ningún comentario so- bre lo
que hace esta unión con la organización de los unitarianos, se percibe una
profunda conexión del credo bioético potteriano y la fi- losofía de esta
organización.
Potter trabajó más de 50
años en la Universidad de Wisconsin, en Madison, en los laboratorios MacArdle
para la investigación del cáncer, reti- rándose en 1982. Se doctoró en
Bioquímica. Por su contribución orginal sobre la comprensión del metabolismo de
las células cancerígenas fue reconocido y elegido para la Academia Nacio- nal
de Ciencias. Fue presidente de la Sociedad Americana de investigación sobre el
cáncer en 1974, además de haber servido en innumera- bles organizaciones
científicas de gran prestigio en los EUA.
Potter, despúes de
retirarse de la Universidad prácticamente pasó a residir en su casa de cam- po
en medio de un bosque, en las cercanías de Madison, donde en la varanda hecha
de made- ra rústica, recibía amigos, estudiantes; allí se sentía en comunión
con la naturaleza. En los últimos años de vida, se dedicó al cuidado de su
esposa, Vivian, trágicamente deficiente a causa de la artritis. Decide dejar de
viajar y dar conferencias alrededor del mundo y se queda junto a su compañera.
El último viaje que
Potter realizó al exterior lo hizo a Italia en 1990 invitado por Bruneto
Chiarelli, profesor de Antropología de la Uni- versidad de Florencia (Italia),
a hablar sobe Bioética Global. Tenía, entonces, 79 años, y no volvió a viajar
debido a su edad, pero re- cibió munerosas invitaciones para participar en
eventos de bioética, enviaba, entonces, vi- desos con sus ponencias. De estos
tenemos
En la cuna dE
la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un
principio
6
Documento en línea.
[Fecha de Consulta: noviembre 19 de 2004]. Disponible desde:
www.harvardsquarelibray.org/unitarians/ madison.html
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Leo Pessini
tres videos: 1) 1998:
sobre Bioética Global, por ocasión del IV Congreso mundial de Bioética (Tokio)
invitado por el profesor Hyakuday Sa- kamoto; 2) 1999: un video para el
Congreso mexicano de Bioética, invitado por el fallecido profesor Manuel
Velasco Suárez; y 3) 2000: un video para el Congreso Internacional de Bioéti-
ca organizado por la Sociedad Internacional de Bioética (Gijón, España),
invitado por el profe- sor Marcelo Palacios.
Una resolución elaborada
por el cuerpo docente de la Universidad de Wisconsin en memoria de Van
Rensselaer Potter después de destacar la importancia de su vida profesional
como investigador y profesor de oncología en el La- boratorio McArdle de
Investigación de Cáncer durante más de 50 años enfatiza que:
...su mayor contribución
a la comunidad cien- tífica son los más de 90 post–doctorados que orientó y los
estudiantes de pregrados que inspirándose en él, muchos llegaron a ser muy
importantes en diversos campos de la ciencia, uno de ellos fue premiado con el
Premio Nobel. (...) Para Van la ciencia no era un “trabajo” sino una
experiencia ética, apasionada y creativa. Además, él no separaba al científico
del proceso científico ni tampoco del contexto social de la empresa científica.
Esta filosofía, motivada por su concepto de “humildad con responsabilidad”, la
mantuvo hasta la fase final de su productiva carrera7.
Esta fase final es
justamente la fase de la Bioé- tica, de los últimos 30 años de su vida. Potter
es recordado por sus colegas de docencia en la Universidad de Wisconsin como un
“ser hu- mano iluminado, preocupado por el cuidado
UNIVERSITY OF WISCONSIN
- MEMORIAL COMMITTEE.
Memorial Resolution of
the Faculty of the University of Wosconsin– Madison. On the death of profesor
emeritus Van Rensselaer Potter II [en línea]. [Fecha de consulta: 19 de
noviembre de 2004. Disponible desde: http://www.mcardle.wisc.edu/faculty/bio/Potter%20Memo-
rial%20Resolution--UW%20Faculty%20Doc%201628,%204-1-02. pdf
humano de todo, para que
todos pudiesen vivir, no una utopía, sino en un mundo estéticamen- te bello y
sostenible, una vida satisfactoria y feliz”8.
1.2. El legado
intelectual
Potter, que llamó a la
Bioética “la ciencia de la supervivencia humana”9, trazó una agenda de trabajo para la misma, que va desde
la in- tuición de la creación del neologismo en 1970 hasta la posibilidad de
encarar la Bioética como una disciplina sistémica o profunda en 1988. Algunos
hitos importantes de este itinerario son interesantes de recordar, empezando
por la pregunta de ¿cómo surgió el neologismo Bioética?
En los años 1970 y 1971
Potter acuña el neo- logismo Bioethics utilizándolo en dos escri- tos. Primero
en un artículo titulado Bioethics, science of survival, publicado en la revista
Pers- pectives in Biology and Medicine en 1970 y en el libro Bioethics: Bridge
to the future de 1971. Esta publicación la dedicó a Aldo Leopold, un renombrado
profesor en la Universidad de Wisconsin que pioneramente comenzó a dis- cutir
una “Ética de la Tierra”. Este neologismo apareció en los medios de
comunicación, el 19 de abri de 1971, cuando la Revista Time publicó un largo
artículo con el título Man into super- man: the promisse and peril of the new
genetics, en el cual el libro de Potter fue citado.
En la contracarátula de
su libro Bioethics: Brid- ge to the future se puede leer lo siguiente:
Del aire y el agua
contaminada, la sobrepo- blación, la ecología y la conservación muchas voces
hablan y se dan muchas definciones. ¿Quién tiene razón? Las ideas se
entrecruzan y
8 Ibid.
9 POTTER, Van Rensselaer. Bioethics, the science of
survival.
Perspectives in Biology
and Medicine. 1970, vol. 14 (1), 127–153.
7
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existen argumentos conflictivos
que confunden las preguntas y atrasan la acción. ¿Cuál es la respuesta? ¿Está
el hombre, realmente, colo- cando en riesgo su medio ambiente? ¿No sería
necesario mejorar las condiciones creadas por él? La amenza de la supervivencia
¿es real o se trata de pura propaganda de algunos teóricos histéricos?
Esta nueva ciencia, la
Bioética, combina el tra- bajo de los humanistas y los científicos, cuyos
objetivos son sabiduría y conocimiento. La sabiduría se define como el
conocimiento de como usar el conocimiento para el bien social. La búsqueda de
la sabiduría tiene una nueva orientación porque la supervivencia del hom- bre
está en juego. Los valores éticos deben ser evaluados en términos del futuro y
no pueden ser separados de los hechos biológicos. Accio- nes que disminuyen las
oportunidades de la supervivencia humana son inmorales y deben ser juzgadas en
términos del conocimiento disponible, y monitoreadas bajo los parámetros de
supervivencia escogidos por científicos y humanistas10.
Potter pensó la Bioética
como un puente que uniera la ciencia biológica y la ética. Su intui- ción
consistió en pensar que la supervivencia de gran parte de la especie humana,
una ci- vilización decente y sostenible, dependía del desarrollo y manutención
de un sistema ético. En 1998 al mirar este primer momento de su reflexión
afirma:
Lo que me interesaba en
aquél momento, cuan- do tenía 51 años, era el cuestionamiento del progreso y
hacia dónde estaba llevando la cul- tura occidental todos los avances
materialistas propios de la ciencia y la tecnología. Expresé mis ideas de lo
que, según mi punto de vista, se transformó en la misión de la Bioética: un
intento de responder a la pregunta frente a la humanidad: ¿Qué tipo de futuro
tendremos? ¿Tenemos alguna opción? Por consiguiente la
10 POTTER, Van Rensselaer. 1971.
Op. cit., pp. VII–VIII.
Bioética se trasformó en
una visión que exigía una disciplina que guiase la humanidad como un “puente
hacia el futuro” (...)11.
En la introducción de su
libro Bioethics: Bridge to the future afirma que:
Existen dos culturas que
parecen incapaces de dialogar –las ciencias y las humanidades– y si esto se
presenta como una razón por la cual el futuro se parece dudoso, entonces,
posible- mente, podríamos construir un puente para el futuro, construyendo la
Bioética como un puente entre estas dos culturas12.
En el término Bioética
(del griego bios –vida– y ethos –ética–) bios representa el conocimiento
biológico, la ciencia de los sitemas vivos, mien- tras que ethos el
conocimiento de los valores humanos. Potter anhelaba crear una nueva disciplina
en la que aconteciese una verdadera dinámica e interacción entre el ser humano
y el medio ambiente. Persiguió la intuición de Aldo Leopold y en este sentido
se anticipó a lo que hoy se ha convertido en una preocupación muncial, la
ecología.
Es importante tener en
cuenta que hay otro investigador que reclama la paternidad del término
bioética. Es el gineco–obstetra ho- landés André Hellegers de la Universidad de
Georgetown, en Washington D.C., que seis meses después de la aparción del libro
pionero de Potter, Bioethics: Bridge to the future, utilizó esta palabra en el
nombre del nuevo centro de estudios: Joseph and Rose Kennedy Institute for the
Study of Human Reproduction and Bioethics. Hoy este centro es conocido
simplemente como el Instituto Kennedy de Bioética. Hellegers ani- mó un grupo
de discusión conformado por médicos y teólogos (protestantes y católicos)
11 POTTER, Van Rensselaer. Video
presentado en el IV Congreso Mundial de Bioética. Tokio: 1998.
12 POTTER, Van Rensselaer. 1971.
Op. cit., p. IV.
En la cuna dE
la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un
principio
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Leo Pessini
que veían con
preocupación crítica el progreso médico tecnológico, el cual presentaba enormes
e intrincados desafíos a los sistemas éticos del mundo occidental. Para Warren
Thomas Reich, historiador de la Bioética y organizador de las dos primeras
ediciones de la Encyclopedia of Bioethics (1978 y 1995), “el legado de
Hellegers” está en el hecho de que él entendió su misión en relación con la
Bioética como “ser una per- sona puente entre la medicina, la filosofía y la
ética”. Este legado acabó ganando hegemonía y se convirtió en el “estudio
revitalizador de la ética médica”13.
Por lo tanto, en el
momento de su nacimienn- to, la Bioética tiene una doble paternidad y un doble
enfoque. Tenemos dos perspectivas bien diferenciadas, de un lado problemas de
macro- bioética, con inspiración en la perspectiva de Potter y por el otro,
problemas de microbioética o bioética clínica, con clara inspiración en el le-
gado de Hellegers. Potter no dejó de expresar su decepción con relación al
curso que la Bioética siguió. Reconoció la importancia de la perspec- tiva de
Georgetown sin embargo afirmó “mi visión de la bioética exige una visión mucho
más amplia”. Pretendía que la Bioética fuese una combinación de conocimiento
científico y filosófico (lo que más tarde llamó Bioética Global), y que no
fuese simplemente una rama de la ética aplicada, como fue entendida con
relación a la medicina.
En 1998 Potter amplía la
Bioética en relación con otras disciplinas, no solo como puente en- tre la
Biología y la Ética, sino con la dimensión de una ética global. Dice él:
La teoría original de la
Bioética era la intuición de la supervivencia de la especie humana, en
13 REICH, Warren Thomas. Shaping
and Mirroring the Field: The Encyclopedia of Bioethics. In: WALTER, Jennifer K
& KLEIN, Eran P (Eds). The Story of Bioethics: from seminal works to
contemporary explorations. Washington: Georgetown University Press, 2003, pp.
165 y ss.
una forma decente y
sostenible de civilización, exigiendo el desarrollo y la manutención de un sistema
de ética. Tal sistema (la implementa- ción de la bioética puente) es la
bioética global, fundamentada en intuiciones y reflexiones fundamentadas en el
conocimiento empírico proveniente de todas las ciencias, pero, en especial, del
conocimiento biológico... En la actualidad este sistema ético propuesto sigue
siendo el núcleo de la bioética puente con su extensión a la bioética global,
lo que exigió el encuentro de la ética médica con la ética del medio ambiente a
una escala mundial para preservar la supervivencia humana14.
Potter en su
videoconferencia durante el IV Congreso mundial de Bioética, promovido por la
Asociación Internacional de Bioética (Tokio, 4 a 7 de noviembre de 1998), cita
el pensamiento del teólogo liberal católico alemán Hans Küng, de la Universidad
Alemana de Tübingem, mun- dialmente conocido, incluso en Brasil con va- rias de
sus obras traducidas al portugués. Potter recuerda que Küng en su proyecto
“Ethos Glo- bal” hizo el llamado por una Ética Global para la política y la
economía, con relación a la cual todas las naciones y pueblos de las más
diferen- tes tradiciones culturales y creencias deberían responsabilizarse.
Resalta que el corazón de la ética global de Küng está en el humano, lo que es
loable, aunque su ética global no sea bioética sus preceptos básicos parecen
aceptables por todos; esta perspectiva no es suficiente, pues es necesario
explicar el respeto por la naturaleza y diferentes culturas, más allá de las
culturas judaica y cristiana.
En 1998 Potter expone la
idea de bioética pro- funda, retomando el pensamiento del profesor Peter
Whitehouse de la Universidad de Cleve- land (Ohio). El profesor Whitehouse
asumió la idea de los avances de la biología evolutiva,
14 POTTER. Van Rensselaer. Texto
escrito con base en la ponencia presentada IV Congreso Mundial de Bioética.
Tokio: 1998. Publi- cado en la Revista O Mundo da Saúde. 1998, vol. 22 (6),
370–374.
14
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en especial el
pensamiento sitémico y com- plejo, que soporta los sistemas biológicos. La
bioética profunda pretende entender el planeta como grandes sistemas biológicos
entrelaza- dos e interdependientes, en el que el centro ya no corresponde al
hombre como en épocas anteriores, sino a la propia vida, el hombre es solamente
un pequeño eslabón de la gran red de la vida, situándose en la senda abierta
por el pensamiento del filosófo noruego Arne Naess, a inicios de los años 70
del siglo pasado15.
1.3. Ciencia y religión juntas
frente al desafío ético de garantizar el futuro de la vida en la Tierra
En un artículo publicado
en la Revista The Scientist con el sugestivo título Science, Religion Must
Share Quest for Global Survival (La ciencia y la religión deben compartir la
búsqueda de la supervivencia global)16 Potter
afirma que no podemos estar conformes con la idea de que en el futuro, si las
cosas empeoran, la ciencia tendrá las respuestas. El momento para actuar y
probar nuestra capacidad ética, así como téc- nica, es hoy.
Una cuestión fundamental
a todos nuestros esfuerzos debe ser la promoción del diálogo entre la ciencia y
la religión con relación a la supervivencia humana y de la biosfera. Durante
siglos, el tema de los valores fue considerado como algo más allá del campo
científico y propiedad exclusiva de los teólogos y filósofos seculares. Hoy
debemos resaltar que los cien- tíficos, no solo tienen valores trascendentales,
sino también que los valores imbuidos en el ethos científico necesitan ser
integrados con aquellos de la religión y la filosofía para facilitar procesos
políticos benéficos para la salud global del medio ambiente17.
. 15 NAESS, Arne. The shallow and the deep, long–range ecology
movements: a summary. Inquiry. 1973, vol. 16 (1), 95–100.
. 16 POTTER, Van Rensselaer. Science, Religion Must Share
Quest
For Global Survival. The
Scientist. 1994, vol. 8 (10), 1–12.
. 17 Ibid., p. 3.
En la búsqueda de
compañeros para esta causa, Potter señala que muchos libros y artículos se han
ocupado de los problemas del medio am- biente y la salud humana, pero
relativamente pocos se enfocaron en la cuestión de la supervi- vencia de la
especie humana en el futuro. Entre los autores citados tenemos: Hans Jonas con
su obra The Imperative of Responsibility: In Search of an Ethic for the
Technological Age18; el
sociológo Manfred Stanley con su obra The Technological Conscience: Survival
and Dignity in an Age of Expertise19; y Hans Küng, conocido teólogo católico, autor de
numerosas obras teológicas, quien fue el mentor y redactor de la famosa De-
claración de una Ética mundial, documento final del Parlamento de las
Religiones del Mundo, reunido en Chicago en 199320.
Es sobre este último
autor que Potter va a tejer algunos comentarios, que nos interesan aquí, en la
perspectiva de construcción de un puente entre la ciencia y la religión. Potter
tiene una apreciación crítica con relación a la perspectiva de la ética global
de Küng. Afirma que en el centro de la moral religiosa defendida por Küng no
está incorporada la preocupación por el rá- pido crecimiento poblacional.
Destaca que las religiones más grandes del mundo, en particu- lar el
catolicismo y el islamismo, están entre las que más contribuyen a la “actual y
abrumadora tasa de superpoblación”.
Según Potter solo la
ciencia tiene las técnicas para analizar cambios los poblacionales y su im-
pacto. Küng, por lo menos al formular una Ética
. 18 JONAS, Hans. The Imperative of Responsibility: In Search
of an Ethic for the Technological Age. Chicago: University of Chicago Press,
1984, 263p.
. 19 STANLEY, Manfred. The Technological Conscience: Survival
and Dignity in an Age of Expertise. Chicago: University of Chicago Press, 1981,
299p.
. 20 KÜNG, Hans y SCHMIDT, Helmut (Eds). A Global Ethic and
Global Responsibilities: Two Declarations. London: SCM Press Ltd, 1998,
152p.
Ver completa esta declaración en la obra: PESSINI, Leo y BARCHIFONTAINE,
Christian de Paul. Problemas atuais de bioética. 10a. São Paulo: Loyola, 2012,
pp. 127–147.
En la cuna dE
la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un
principio
Universidad El Bosque •
Revista Colombiana de Bioética. Vol. 8 No 1 • Enero-Junio de 2013 15
Leo Pessini
Mundial, apuntó que la
supervivenica humana es un tema clave, idea que ningún otro teólogo, hasta
entonces, había mencionado. Mientras que otros líderes religiosos han
proclamado que la vida es sagrada y han defendido los derechos humanos,
solamente Küng colocó la superviven- cia humana en la agenda de la reflexión
ética. Los científicos, por su parte, hace mucho tiempo abarcaron en el corazón
de sus esfuerzos el desa- fío del bienestar humano e implícitamente la su-
pervivencia humana, por tanto están acreditados para colaborar en la causa por
la supervivencia humana y de la biosfera.
Potter va más allá al
decir que, no soloamente los teológos, sino tambien, los filósofos secu- lares
no han podido pensar en la superviven- cia humana y la biosfera como una
cuestión ética. La reflexión ética quedó restringida a relaciones interperonales
o sociales entre los humanos, excluyendo, por lo tanto, cuestiones de
comportamiento relacionadas con el cre- cimiento poblacional y problemas
ecológicos. Potter destaca como importante de la famosa Declaración de una
Ética mundial: no puede haber supervivencia sin una ética mundial, no existirá
paz mundial sin la paz entre las reli- giones e incluso una alianza de respeto
mutuo entre creyentes y no creyentes (ateos, agnósticos u otros) puede también
ser necesaria para la concretización de una ética mundial común a todos los
humanos.
Los científicos deben
aplaudir los esfuerzos de Hans Küng al apuntar hacia la construcción de una
alianza por la reconciación entre creyen- tes y aquellos que no son
fundamentalmente caracterizados como religiosos, incluyendo entre estos,
pienso, la mayoría de científicos. Necesitamos unir las fuerzas frente a la
respon- sabilidad global de la supervivencia humana y su llamado por el “el
respeto mutuo”, necesario para una ética mundial común21.
En varios de sus
escritos Potter manifiesta una profunda preocupación por el rápido creicmien-
to poblacional mundial, recordando que los demógrafos proyectan que para
mediados del siglo XXI la población del mundo se duplicará. El abordaje de esta
cuestión revela el lado de un militante obsesionado con la cuestión pobla-
cional, que tiene un sesgo un tanto alarmista. Hoy la cuestión demográfica
tiene una serie de nuevos factores cruciales que preocupan, los cuales Potter
nisiquiera mencionó. Su predica- ción de que el crecimiento poblacional debe
ser interumpido está, irónicamente, visible en la placa de su viejo carro en la
inscripción de las letras YES ZPG (Zero Population Growth), que significan Si,
Cero Crecimiento Poblacional22. En su credo bioético, que presentaremos comple- tamente
más adelante en este trabajo, explícita que el compromiso con relación a la
salud personal y familiar se expresa en “limitar los poderes reproductivos de
acuerdo con objetivos nacionales e internacionales”. Potter piensa que la
gravedad del problema de la sobrepoblación no podrá ser resuelta mientras las
religiones más grandes sigan oponiéndose a cualquier intento de limitación de
la fertilidad. Claro que este diálogo entre ciencia y religión no es fácil, y
se pregunta si no se podría construir un consenso y una aceptación política por
los gobiernos. La búsqueda de una ética mundial, compartida tanto por la
religión como por la ciencia ¿no podría ser expresada en principios concretos
para la acción? Esta búsqueda es pre- ocupante y no hay la certeza de encontrar
una respuesta satisfactoria en el presente momento histórico. En este diálogo
entre ciencia y reli- gión, sinteizando las cuestiones clave de este tema, vale
la pena resaltar lo que Potter plantea a propósito de la Declaración de las
Religiones sobre una Ética Global:
22 WHITEHOUSE, Peter. Van
Rensselaer Potter: The original Bio- ethicist (In Memoriam). Hastings Center
Report. 2001, vol. 31 (6), 12.
16
21 POTTER, Van Rensselaer. 1994.
Op. cit., p. 7.
Universidad El Bosque • Revista Colombiana de Bioética. Vol. 8
No 1 • Enero - Junio de 2013
Estamos conscientes de
que las religiones no pueden resolver los problemas económicos, po- líticos y
sociales de la Tierra. No obstante, ellas pueden proveer lo que no podemos
conseguir a través de los planos económicos, programas políticos y regulaciones
legales. Las religiones pueden causar cambios en la orientación inte- rior, en
la mentalidad, en los corazones de las personas y llevarlas a la conversión de
un falso camino hacia una nueva orientación de vida. Las religiones, no
osbtante, son capaces de dar a las personas un horizonte de sentido para sus
vidas y un hogar espititual. Ciertamente las religiones pueden actuar con
credibilidad solo cuando eliminen los conflictos que surgen entre ellas mismas
y desmantelen las imágenes hostiles y los preconceptos, miedos y descon-
fianzas mutuas23.
Finalmente, la ciencia y
la religión tienen una larga batalla histórica por la hegemonía de la verdad24. En tanto hegemónica, la una intenta negar a la otra,
ahora necesitan caminar juntas, abrigadas en función de un objetivo mayor, una
causa que interesa a toda la humanidad: garantizar el futuro de la vida (humana
y cós- mico–ética) en el planeta Tierra.
Uno de los documentos
más reveladores de la personalidad de Potter, que hace de la Bioética su causa
de vida y convoca a sus seguidores a hacer lo mismo, si quisieran ser llamados
bioeticistas, es el llamado Credo bioético Potte- riano25.
. 23 POTTER, Van Rensselaer. 1994. Op. cit., p. 11.
. 24 PETERS, Ted y BENNET, Gaymon (Orgs). Construindo pontes
entre
a ciência e a religião.
São Paulo: Editora Unesp, Edições Loyola, 2003, 312p. (Se trata de una
excelente obra multidisciplinar que ubica frente a esta cuestión secular).
. 25 PESSINI, Leo. Bioética: das origens à prospecção de
alguns de- safios contemporâneos. In: PESSINI, Leo y BARCHIFONTAINE, Christian
de Paul (Orgs). Bioética e Longevidade Humana. São Paulo: Edições Loyola,
Centro Universitário São Camilo, 2006, pp. 5-46.
1.4. El credo bioético
de Potter26
I. Creo en la necesidad
de una acción tera- péutica inmediata para mejorar este mun- do afligido por
una grave crisis ambiental y religiosa.
Compromiso: trabajaré
con los otros para perfeccionar la formulación de mis creen- cias, desarrollar
credos adicionales y pro- mover un movimiento mundial que haga posible la
supervivencia y el perfecciona- miento del desarrollo de la especie hu- mana en
armonía con el medio ambiente nautal y con toda la humanidad.
II. Creo que la
supervivencia futura y el de- sarrollo de la humanidad, tanto cultural como
biológicamente, están fuertemente condicionados por las acciones del pre- sente
y los planes que afectan el medio ambiente.
Compromiso: trataré de
adoptar un estilo de vida y de influenciar en el estilo de vida de los demás,
así como ser promotor de un mundo mejor para las futuras generacio- nes de la
especie humana e intentaré evitar acciones que coloquen en riesgo su futuro, al
ignorar el papel del medio ambiente na- tural en la producción de alimentos y
fibra.
III. Creo en la unicidad
de cada persona y en su necesidad instintiva de contribuir al perfeccionamiento
de la sociedad como un todo, de forma que sea compatible a largo plazo con las
necesidades de la sociedad.
Compromiso: escucharé
los puntos de vista de los demás, ya sean estos de una minoría
26 POTTER, Van Rensselaer. Global
Bioethics: building on the Leopold Legacy. East Lansing. Michigan: Michigan
State University Press, 1988, 219p. Ver: Appendix 2 – A bioethical Creed for
Individuals. pp. 193–195.
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la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un
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o de una mayoría, y reconoceré
el papel del compromiso emocional en la producción de una acción efectiva.
IV. Creo en la
inevitabilidad del sufrimiento humano resultante del desorden natural de las
criaturas biológicas y del mundo físico, pero no acepto pasivamente el
sufrimien- to que resulte de la deshumanización del hombre para con el propio
hombre.
Compromiso: enfrentaré
mis propios problemas com dignidad y corage. Asistiré a los otros en su
aflicción y trabajaré con el objetivo de eliminar todo sufrimiento innecesario
en la humanidad.
V. Creo en la finalidad
de la muerte como parte necesaria de la vida. Afirmo mi veneración por la vida;
creo en la fraternidad humana y que tengo una obligación para con las futuras
generaciones de la especie humana.
Compromiso: viviré de forma
tal que será benéfica para las vidas de mis compañeros humanos de hoy y del
futuro, y que seré re- cordado con cariño por mis seres queridos.
VI.
Creoquelasociedadentraráencolapsosiel ecosistema se daña irreparablemente, a no
ser que se controle mundialmente la fertili- dad humana, debido al aumento,
concomi- tante con la capacidad de sus miembros para comprender y mantener la
salud humana.
Compromiso:
perfeccionaré las habilidades o el talento profesional que contribuyan a la
supervivencia y el perfeccionamiento de la sociedad y manutención de un
ecosiste- ma saludable. Ayudaré a los demás en el desarrollo de sus telentos
potenciales, pero al mismo tiempo cultivando el autocuida- do, la autoestima y
la valoración personal.
VII.Creo que cada
persona adulta tiene una responsabilidad personal con relación a la salud, así
como una responsabilidad
con el desarrollo de
esta dimensión de la personalidad en su descendencia.
Compromiso: me esforzaré
por poner en práctica las obligaciones descritas como compromiso bioético para
la salud per- sonal y familiar. Limitaré mis poderes reproductivos de acuerdo
con los objetivos nacionales o internacionales.
Las palabras finales de
Potter en la videocon- ferncia presentada en el IV Congreso Mundial de
Bioética, en Tokio (1998), se constituyen en una agenda y desafío futuro para
la Bioética. Rescatamos esta frase de la conclusión de su presentación, obra y
legado para la Bioética:
A medida que llegó al
ocaso de mi experiencia siento que la bioética puente, la bioética profun- da y
la bioética global alcanzaron el umbral de un nuevo día, lo cual fue mucho más
de aquello que había imaginado. Sin duda, necesitamos recordar el mensaje del
año 1975 que enfatiza en la humildad con responsabilidad como una bioética
básica, la cual lógicamente considera la aceptación de que los hechos
probabilísticos, o en parte la suerte, tienen consecuencias en los seres
humanos y en los sistemas vivos. La humildad es la consecuencia característica
que asume el “puedo estar equivocado”, y exige la responsabilidad de aprender
de la experiencia y del conocimiento disponible. Concluyendo, les pido que
piensen la Bioética como una nueva ética científica que combina la humildad, la
responsabilidad y la competencia, que es inter- disciplinaria e intercultural,
y que intensifica el sentido de la humanidad27.
Es una declaración de
oro que Potter nos regaló en el ocaso de su vida y que es de una actuali- dad
indiscutible.
Exploraremos ahora la
figura de otro protago- nista en busca de los orígenes de la Bioética, Fritz
Jahr con su escrito histórico de 1927.
18
27 POTTER, Van Rensselaer. 1998.
Op. cit. Universidad El Bosque • Revista Colombiana de Bioética. Vol. 8 No 1 •
Enero - Junio de 2013
2.
Descubriendo la figura y las intuiciones de Fritz Jahr
2.1. Algunos datos sobre
el descubri- miento de Fritz Jahr
Hasta hace muy poco el
bioquímico norteame- ricano Van Rensselaer Potter (1911–2001) era reconocido
como la primera persona que había utilizado el neologismo Bioethics. En 1997,
pese a esto el profesor Rolf Lother, de la Universidad Humboldt de Berlín, en
una conferencia en Tüngingen mencionó el nombre de Fritz Jahr, a quien Lother
acredita haber acuñado la palabra Bio–Ethik en 1927. Según su relato, Lother
es- cuchó por primera vez el término “Bioética” al inicio de los años 90 del
siglo pasado. Ya que el término le pareció de alguna forma familiar comenzó a
indagar en el cúmulo de los núme- ros publicados por la revista Kosmos, dejado
por su abuelo, donde encontró la editorial del volumen de 1927 y el histórico
artículo de Fritz Jahr intitulado Bio–Ethik: Eine Umschau über die ethischen
Beziehungen des Menschen zu Tier und Pflanze (Bio–ética: una perspectiva de las
relacio- nes éticas de los seres humanos con los animales y las plantas / Bio-Ethics:
A Review of the Ethical Relationships of Humans to Animals and Plants).
La noticia sobre el
descubrimiento de Jahr, eventualmente, se difundió gracias al trabajo de
Eve–Marie Engels de la Universidad de Tüngingen que organizó el congreso en el
cual Lother participó y que editó las memorias. Engels menciona el
descubrimiento de Lother en un artículo sub voce “Bioethik” en el Metzler
Lexicon en 1999 y en un artículo de 2001. Este artículo fue traducido al
portugués y reedita- do en 2004 en la revista brasilera Veritas de Porto Alegre28. Este texto llamó la atención del biológo José Roberto
Goldim, quien escribió el
28 ENGELS, Eve–Marie. O desafio
das biotecnias para a ética e a antropologia. Veritas. 2004, vol. 50 (2),
205–228.
artículo Bioética: Origens
e complexidade para la Revista do Hospital de Clínicas de Porto Alegre29. En la prestigiosa revista científica Perspectives in
Biology and Medicine30 escribió:
Revisiting the beginning of bioethics: the contribution of Fritz Jahr (1927)
–volviendo a visitar el inicio de la bioética: la contribución de Fritz Jahr
(1927)–.
Tenemos un análisis más
detallado de las ideas de Jahr elaborado por Hans–Martin Sass, cote- rráneo de
Jahr, que trabajó por largos años en el Instituto Kennedy de Bioética. Mientras
que el pensamiento de Fritz Jahr comienza a ser investigado, su vida es todavía
un misterio por ser descifrado. Una investigación preliminar de los archivos en
la casa de Jahr en su ciudad natal Halle, Alemania, trajo muchos datos inte-
resantes de los que hablaremos ahora.
Paul Max Fritz Jahr
nació el 18 de enero de 1895, en Halle, Alemania Central, donde pasó toda su
vida, cambiando de domicilio muchas veces. Hoy esta ciudad tiene
aproximadamente 234 mil habitantes. Su padre Gustav Maximi- llian (1865–1930) y
su madre Auguste Marie Langrock (1862–1921) eran protestantes, pero Fritz fue
bautizado según el ritual católico. Sus estudios iniciales fueron realizados en
la Fun- dación Francke, unida al pietismo protestante de sus idealizadores
(August Hermann Francke y Phillipp Jakob Spener); en la universidad Jahr
estudió Filosofía, Música, Historia, Economía na- cional y Teología. Durante el
verano de 1915 tra- bajó como voluntario de guerra y el 19 de marzo de 1921
recibió las sagradas órdenes como pastor.
Jahr comenzó a enseñar
en 1917, hasta 1925 tra- bajó como profesor en 11 diferenes escuelas de
enseñanza elemental. A partir de 1925 comen- zó a ser militante en la Iglesia.
Los primeros
. 29 GOLDIM, José Roberto. Bioética: Origens e complexidade.
Rev HCPA. 2006, vol. 26 (2), 86–92.
. 30 GOLDIM, José Roberto. Revisiting the beginning of
bioethics: the contribution of Fritz Jahr (1927). Perspectives in Biology and
Medicine. 2009, vol. 52 (3), 377–80.
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la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un
principio
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Leo Pessini
cuatro años fue un cura
de la Iglesia St. John en Dieskau (cerca de Halle), más tarde, de 1929 a 1930,
en Braunsdorf y finalmente de 1930 a 1933 pastor en Kanena. Debió haber sufrido
un poco, pues antes de subir al púlpito para predi- car sintió mareos que lo
obligaron a medicarse.
El 26 de abril de 1932
Jahr se casó con Berta Elise Neuholz y no tuvieron hijos. Vivieron en la
Albert–Schmidt–Strasse 8, Halle, dirección en la que Jahr se instaló en 1923
cuando tenía 28. En este lugar vivió primero con sus padres y más tarde, hasta
1930, solo con su padre que era maníaco depresivo. En 1932, tiempos turbulen-
tos para Alemania, Fritz se retira de los servicios de la Iglesia debido a un
“agotamiento nervioso”. El 1 de marzo de 1932, a los 38 años, se apartó
definitivamente del serivicio, solo un mes des- pués que Hitler asumiera el
poder en Alemania. Durante la guerra su familia pasa por dificulta- des
económicas, agravadas por el sufrimiento de su esposa que sufría de esclerosis
de la columna vertebral (backbone sclerosis). Ella vivía en una silla de ruedas
y murió el 18 de junio de 1947. Jahr pasó sus últimos años de vida trabajando
como profesor de música. Sus cualidades peda- gógicas eran profundamente
apreciadas. Fritz Jahr murió el 1o de diciembre de 1953, a los 58 años de edad,
en su casa en Halle31.
La década de los años 20
del siglo pasado fue- ron un momento complicadísimo en términos políticos,
económicos y culturales en Alemania y Europa. La gran depresión comenzaba y los
nazis estaban en el proceso de asumir la po- lítica, la sociedad y la opinión
pública. Según Hans–Martin Sass aquella época, hace 85 años:
Jahr deja claro que el
concepto, cultura y mi- sión de la Bioética están con la humanidad, tal
31 MUZUR, Amir y RINČIĆ, Iva. Fritz Jahr (1895–1953): a life story of the
‘inventor’ of Bioethics and a tentative reconstruction of the chronology of the
discovery of his Word. JAHR – Annual of the Department of Social Sciences and
Medical Humanities at University of Rijeka – Faculty of Medicine. 2011, vol. 2
(4), 385–394.
vez, desde los tiempos
prehistóricos y no fue heredado de una cultura o de apenas un con- tinente: el
respeto al mundo de la vida, a los seres humanos, a las plantas, a los
animales, al ambiente natural y social y a la Tierra, la reverencia taoísta a
la naturaleza, la compasión budista, con todas las formas de sufrimiento de la
vida, el llamado de Francisco de Asis a la fraternidad con las plantas y los
animales, la filosofía de Albert Schwitzer del respeto por todas las formas de
vida, son ejemplos primor- diales de la profunda compasión humana con la vida
inanimada y del compromiso humano por respetar otras formas de vida32.
2.2. El nacimiento de la
Bioética llamada “integrativa”
Comienzan a surgir publicaciones
alrededor de Jahr así como eventos científicos, entro los cuales destacamos el
“I Congreso Internacional sobre Fritz Jahr y las raíces europeas de la
Bioética” que fue realizado en Croacia, en la ciudad portuaria de Rijeka del 11
a 12 de marzo de 2011. En esta misma bella ciudad portuaria del mar Adriático
fue realizado en 2008 el VIII Congreso Mundial de Bioética, organizado por la
Asociación Internacional de Bioética. Fruto del congreso sobre Jahr es la
Declaración de Ri- jeka33 en la que los participantes
afirman:
Fritz Jahr utilizó el
término Bioética (Bio– Ethik) en 1927. Su “imperativo bioético” (respeta todos
los seres vivos como fin en sí mismos y trátalos, si es posible, como tal)
debería orientar la vida personal, profesional, cultural, social y política,
así como el desarrollo y la aplicación de la ciencia y la tecnología.
32 SASS, Hans–Martin. Post
Scriptum da II parte – Fritz Jahr – Ensaios em Bioética e Ética (1927–1947).
In: PESSINI, Leo., et al (Orgs). Ética e Bioética Clínica no pluralismo e
Diversidade: teorias, experiências e perspectivas. São Paulo: Centro Universi-
tário São Camilo, 2012, p. 484.
33 DECLARAÇÃO DE RIJEKA SOBRE O
FUTURO DA BIOÉTICA. JAHR – Annual of the Department of Social Sciences end
Medical Humanities at the University of Rijeka – Faculty of Medicine. 2011,
vol. 2 (4), 587–588.
20
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Los firmantes de la
Declaración de Rijeka afir- man que la bioética contemporánea a veces quedó
reducida al ámbito de las cuestiones de la ética médica (consentimiento
informado, principios, relación médico–paciente, derechos de los pacientes,
etc.) y que necesitamos de una ampliación de esta bioética, e introducen el
concepto de bioética integrativa.
Es necesario que la
Bioética sea sustancialmen- te enriquecida y transformada conceptual y
metodológicamente, para que pueda considerar las direfentes perspectivas
culturales, científi- cas, filosóficas y éticas (abordaje pluralista), integrando
estas perspetivas en términos de conocimientos que orienten y de acciones prác-
ticas (abordaje integrativo)34.
Luego sigue indicando
que “esta bioética inte- grativa tendrá que armonizar, respetar y apren- der de
la rica pluralidad de perspectivas indi- viduales y colectivas, y de las
culturas de la comunidad global”35. Se espera
que la bioética se convierte en:
Un campo verdaderamente
abierto de encuen- tro y diálogo de varias ciencias y profesiones, visiones y
perspectivas de mundo, que fueren reunidas para articular, discutir y resolver
cues- tiones éticas relacionadas, a la vez como un todo y en cada una de sus
partes, con la vida en todos sus tipos, formas, etapas y manifestaciones, así
como las condiciones de vida en general36.
Esperando el
reconocimiento y el crecimiento de la bioética, esta se “convertirá en un
‘puente hacia el futuro’, una ‘ciencia de la superviven- cia’, ‘una sabiduría
como conocimiento de como utilizar el conocimiento’ (como Potter definió a
inicios de los años 70) de la medicina y de la tecnología modernas”37.
. 34 Ibid.
. 35 Ibid.
. 36 Ibid.
. 37 Ibid.
2.3 Fritz Jahr: “El
Imperativo Bioético” – en los orígenes de la Bioética
Recordando, reconectando
los hechos y ali- neando los acontecimientos históricos del ini- cio de la
Bioética en los EUA, sabemos que la histórica publicación del libro Bioethics:
Bridge to the Future por Potter en 1971 y la creación del Instituto Kennedy de
Bioética en la Uni- versidad de Georgetown en 1971 por Hellegers, con el apoyo
de Sargent Shriver y la familia Kennedy, son los hechos que marcaron oficial-
mente el “nacimiento” del término y concepto de bioética en ese país.
Investigación realiza- da por el estudioso, pionero de la Bioética en los EUA,
Warren Reich, editor en jefe de las dos primera ediciones de la Encyclopedia of
Bioethics, identifica a Potter, Hellegers y Shriver como los “padres” de la
Bioética en los EUA. Se menciona el doble lugar de nacimiento en Madison
(Wisconsin) y Washington D.C.
Recientes
investigaciones en el ámbito de la Bioética nos traen una gran novedad con re-
lación a los orígenes de la misma. Somos lle- vados hacia atrás en el tiempo y
en la historia para encontrar en 1927, en Alemania, en Halle an der Saale, a
Fritz Jahr. Él es un pastor protestante, filósofo y educador que publicó en la
revista científica alemana Kosmos, un artículo intitulado Bio–ética: una
perspectiva de las relaciones éticas de los seres humanos con los animales y
las plantas. En esta publicación Jahr propone un Imperativo Bioético, ampliando
el imperativo moral de Kant, obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en
tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin y no
solamente como un simple medio, para todas las formas de vida. Respeta todo ser
vivo, como principio y fin en sí mismo y trátalo, si es posible, en cuanto tal,
es el imperativo bioético de Jahr. El concepto de bioética de Jahr incluye
esencialmente a todas las formas de vida, no únicamente al ser humano.
En la cuna dE
la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un
principio
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Leo Pessini
Según Diego Gracia,
ilustre bioeticista español, tendríamos dos diferencias básicas con relación a
Kant y el Imperativo Bioético de Jahr:
La primera es que
incluye a todos los seres vivos en la categoría fines en sí mismos, en lugar de
relegar a todos lo no humanos a la categoría de simples medios. Segundo, Jahr
no formula el imperativo en términos categóricos, sino en términos hipotéticos.
Dice que se debe tratar como fines en sí mimsmos “en la medida de lo posible”.
Como consecuencia, la
bioética de Jahr no per- tencece a las llamadas éticas de la convicción, como
Max Weber las llamó años antes, sino que hace parte de las denominadas éticas
de la responsabilidad. No por casualidad Jahr uti- liza frecuentemente el
término responsabilidad al exponer su enfoque específico de Bioética38.
Jahr al reflexionar
sobre el creciente progreso de la fisiología de su tiempo y los desafíos
morales relacionados con el desarrollo de so- ciedades siempre más seculares y
pluralistas, redefine las obligaciones morales en relación a todas las formas
de vida, humanas y no hu- manas, creando un concepto de bioética como una
disciplina académica, principio y virtud. Aunque Jahr no hubiese ejercido una
influen- cia histórica como era de esperarse, pues vivió en tiempos
turbulentos, tanto política como moralmente, su visión y sus argumentos éticos,
de que una nueva ciencia y tecnología exigen una nueva reflexión (y solución) ético–filosófi-
ca, son una contribución esclarecedora para la terminología, incluyendo el
entendimiento de las dimensiones “geoéticas” de la Bioética.
El pensamento de Jahr
con relación al Impe- rativo Bioético está presente en muchos de sus
38 GRACIA, Diego. Bioética. In:
ROMEO CASABONA, Carlos María (Dir). Enciclopedia de Bioderecho y Bioética. Tomo
I. Granada: Editorial Comares, S.L., 2011, pp. 209–227.
escritos y él no hace
una presentación sistmá- tica de su Imperativo. En esta perspectiva es muy útil
ver como Han–Martin Sass intenta elaborar una lectura coherente e
interpretación del imperativo bioético. Identifica por lo menos seis aspectos
en la perspectiva de Jahr para expandir el imperativo de Kant:
1. El imperativo bioético guía las actitudes éticas y
culturales así como las responsabilidades en las ciencias de la vida con
relación a todas las formas de vida (...)
2.El imperativo bioético se fundamenta en la evidencia
histórica y otras en que la compa- sión es un fenómeno empíricamente estable-
cido en el alma humana (...)
3.El imperativo bioético refuerza y complemen- ta el
reconocimiento moral y los deberes con relación a los otros en el contexto
kantiano y debe seguirse respetando a la cultura humana y las obligaciones
morales mutuas entre los humanos (...)
4.El imperativo bioético tiene que reconocer, ad- ministrar
y cultivar la lucha por la vida entre las formas de vida y contextos de vida
natural y cultural (...)
5.El imperativo bioético implementa la compa- sión, el amor
y la solidaridad entre todas las formas de vida como un principio fundamen- tal
y la virtud de la regla de oro del Impera- tivo Categórico de Kant, que son
reciprocos y solamente formales (...)
6.El imperativo bioético incluye obligaciones con relación
al propio cuerpo y alma como un ser vivo39.
En los años en que Jahr
escribió, se estaban estableciendo los conceptos fundamentales de la física
atómica, lo cual poco después llevaría
39 SASS, Hans–Martin. European
Roots of Bioethics: Fritz Jar’s 1927 Definition and Vision of Bioethics. In: ČOVIĆ, Ante; GOSIĆ, Nada y TOMAŠEVIĆ, Luka (Eds). From New Medical Ethics to Integrative
Bioethics. Zagreb: Pargamena, 2009, pp. 22–25.
22
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a la construcción de las
primeras armas nu- cleares. Cuando en 1945 fueron lanzadas en Hiroshima y
Nagazaki, y en la década siguiente aparecieron otras bombas mucho más potentes,
las denominadas bombas de hidrógeno, la hu- manidad comenzó a reconsiderar sus
relacio- nes con la vida y con el medio ambiente. Por primera vez en la
historia el ser humano se veía con la capacidad técnica suficiente para exter-
minar la vida de la faz de la tierra. La vida en general, y no solo la vida
humana, comenzaba a convertirse en un problema. Esto hizo que se disparasen
varias alarmas y surgiesen varios movimientos dedicados a promover la “respon-
sabilidad de la ciencia”. Lo nuevos avances de la tecnociencia trajeron nuevos
problemas y estos exigían, necesariamente, una nueva ética. Si la primera mitad
del siglo XX fue la edad de oro de la Física, la segunda sería la edad de oro
de la Biología molecurar40.
Es importante anotar que
el concepto de Bioé- tica no fue rápido y fácilmente aceptado en Alemania. Era
considerardo, por demás, po- lémico (producto americano). Solo a partir de 1986
el término fue oficialmente introducido y pasó a ser utilizado con más
frecuencia. Es justamente un compatriota de Jahr, el bioeti- cista alemán
Hans–Martin Sass, que trabajó años en el Instituto Kennedy de Bioética en
Washington, DC, en los EUA, el que rescata del silencio de la historia, la
figura de Fritz Jahr, así como su innovador y avanzado concepto de bioética
(1927), cuya visión está en el centro de todos los debates bioéticos en este
inicio del siglo XXI41.
. 40 GRACIA, Diego. Op. cit., p 210.
. 41 PESSINI, Leo., et al. (Orgs). Ética e Bioética Clínica no
pluralismo
e
Diversidade: teorias, experiências e perspectivas. São Paulo: Centro
Universitário São Camilo, Ideias e Letras, 2012. Cf. espe- cialmente a II
parte, pp. 438–482.
3. Hans
Jonas: el principio de la responsabilidad
“Cuando la esperanza no
sea más la inspiración, entonces, tal vez sea el miedo lo que nos pueda
conducir a la razón...” Hans Jonas
3.1. Itinerario intelectual
y su obra fundamental
Hans Jonas (1903–1993)
nació en Alemania, hijo de imigrantes judios. El filosofo Judeo– alemán, Hans
Jonas fue alumno de Martin Heidegger en la Universidad de Freiburg (1921– 1923)
y en la Universidad de Marburg (1924– 1928). Entre los años 1940 y 1945 fue
soldado de la brigada judia del ejército británico. En 1949 se trasladó a
Canadá, donde fue professor visitante en las universdiades de Montreal y Otawa.
En 1955 se mudó a los Estados Unidos, en Nova York, y murió en esta ciudad en
1993, a los 90 años. Hans Jonas fue marcado por una fuerte influencia del
pensamento de Heidegger, de la fenomenología de Husserl, de los estudios
históricos con Rudolf Bultman, además de per- tencer al círculo intelectual de
Hannah Arendt, Karl Jaspers, entre otros.
Su experiencia con el
holocausto provocó pro- fundos cambios en la comprensión de la exis- tencia
humana ante el progreso científico y tecnológico. Su reflexión filosófica y
ética tiene detrás de sí una gran tragedia de destrucción de la humanidad, o
sea, a la Segunda Guerra Mun- dial que diezmó casi 100 millones de seres hu-
manos. Jonas elabora su reflexión en la estela de la preocupación, “el miedo” y
la destrucción atómica. En la postguerra inmediata, de la se- gunda mitad del
siglo XX, existía un pavor ge- neralizado ante el nuevo poder de destrucción,
que se concretó con la invención de la Bomba
En la cuna dE
la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un
principio
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Revista Colombiana de Bioética. Vol. 8 No 1 • Enero-Junio de 2013 23
Leo Pessini
Atómica. El ser humano
se dio cuenta de tener poder y ser capaz de destuirse así mismo y al mundo a su
alrededor.
La obra fundamental y
más famosa de Hans Jonas es El principio de responsabilidad: ensayos de una
ética para la civilización tecnológica, que vió la luz en 1979 en alemán, con
traducción al inglés en 1994 y al portugués en 2006. Esta obra se constituyó en
la Biblia de la primera generación tecnológica insatisfecha después de la
Guerra. Y en un gran éxito editorial más allá del campo filosófico. Su primera
versión titula- da Tractatus Ethico–Politicus, leida por Hannah Arendt,
filosófa alemana, su amiga, saluda así su obra: “antes de comenzar a hablar de
porme- nores, quiero decir que hay una cosa que tengo clara: este libro es
aquel que el buen Dios tenía en mente para ti. Y está deliciosamente escrito”.
Jonas fue uno de los
filósofos que ganó más notoriedad en el período de la postguerra en Alemania.
Como ningún otro pensador de su época, Jonas llamó la atención sobre uno de los
problemas más serios frente a la ética en el siglo XXI: el problema de la
amenza del fu- turo de la humanidad, la “autodestrucción del planeta”, causada
por el concepto moderno de progreso (saber y poder) con la exploración de la
naturaleza por técnica.
La propuesta de Jonas en
su principal obra, El principio de responsabilidad, es la de “elaborar una
nueva ética para la civilización tecnológica guiada por el principio de
responsabilidad”. Una nueva ética para los nuevos tiempos supe- ra “a la ética
antropológica” y genera una “ética bio–cosmocéntrica”, en la que el horizonte
de referencia no es solo el ser humano, circuns- crito al aquí y ahora del
tiempo presente (ética tradicional), sino la vida del cosmos, con todos los
seres vivos, el mundo de la biosfera (extra humano) en el futuro.
Para Jonas la técnica
adquirió en la contem- poraneidad atributos que eran típicos de la divinidad en
la antigüedad, “omnipotencia y omnipresencia”. Asistimos al inescrupuloso
exterminio de la naturaleza y la deshumani- zación del ser humano. Para él, la
técnica no es algo en sí, ruin, ¡ni podría ser rotulada a priori como mala! Es
su mal uso lo que genera consecuencias negativas y perjudiciales para el ser
humano. Dado el carácter apocalíptico y catastrófico de la técnica, debemos
reflexionar, desarrollar una postura de reverencia y temor. Hemos delineado,
hasta aquí, uno de los prin- cipales conceptos del pensamiento jonasiano, el
concepto de Heurística del temor, el cual abor- daremos más adelante en esta
reflexión sobre Hans Jonas.
El pensamiento jonasiano
llama la atención sobre el hecho de que la tecnología se ve cada vez más como
“vocación y nuevo imperativo” de la humanidad. Ante esta tendencia, señala que
el homo faber (núcleo de la técnica, pero después, de algún modo, subyugado por
ella) se ubica por encima del homo sapiens, del humano inteligente y del buen
sentido. Así, al analizar los efectos de la tecnología con relación a la
naturaleza y al ambiente exter- no, pondera las repercusiones de esta en el ser
humano y en su esencia, cuando este se transforma en “objeto de la técnica”, o
sea, el ser humano, al mismo tiempo que crea y desarrolla “artefactos” que
facilitan su vida, como máquinas, aparatos e instrumentos de comunicación u
otros, queda cada vez más aprisionado por sus propias creaciones. Para Jonas,
el ser humano en la era de la técnica es representado por la imagen de Prometeo
desencadenado. Liberado del castigo eterno de las cadenas y del ave de rapiña
que viene a devorarle el hígado, ahora está entregado úni- camente a sí mismo.
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Universidad El Bosque •
Revista Colombiana de Bioética. Vol. 8 No 1 • Enero - Junio de 2013
Jonas dice en las
primeras páginas de la in- troducción de su principal obra, El principio de
responsabilidad:
El Prometeo
definitivamente desencadenado, al cual la ciencia confiere poderes jamás
conocidos y la economía el impulso irreprimible, clama por una ética que
através de frenos voluntarios, evite que el poder de los hombres los convierta
en una desgracia para ellos mismos. La tesis inicial de este libro es que la
promesa de la técnica moderna se convirtió en amenza, o que esta se unió
aquella de modo indisoluble; es lo que configura la tesis punto de partida de
este libro42.
Hoy vivimos en una
sociedad de riesgo, en la que cada nuevo paso hacía delante en el dominio de la
naturaleza implica no solo pru- dencia, sino también precaución responsable.
Nos preguntamos si en el futuro la compasión, la solidaridad y el cuidado no
serán posterga- dos para favorecer la búsqueda y seducción biotecnológica. Hans
Jonas, visionario de un futuro por construirse, superando el desanten- dimiento
para con la naturaleza y superación de la deshumnización humana, nos convida a
salir de la superficialidad de las aprobaciones o condenas frivólas, superando
aspectos ideológi- cos, utópicos y fundamentalistas, del aquí y el ahora de
neustra historia, y avanzar mediante el diálogo respetuoso frente al diferente
o diver- so con base en el principio de responsabilidad. Esta perspectiva sin
duda puede ser factor de superación de utopías que simulan y alimen- tan una
visión apocalíptica de destrucción de la humanidad. El compromiso de todos con
la dignidad del ser humano y con el futuro (las generaciones futuras son
consideradas por Jo- nas como si fueramos nosotros mimsos) de la vida en el
planeta nos ayuda a dar el paso del
42 JONAS, Hans. O Princípio da
responsabilidade: Ensaio de uma ética para a civilização tecnológica. Rio de
Janeiro: Contraponto & PUC–Rio, 2006, p. 21.
imperativo
técnico–científico hacia el impera- tivo ético de responsabilidad.
3.2. Algunas
características del Principio de Responsabilidad
Jonas propone un deber
moral de responsabili- dad con la existencia humana futura, colocando la
responsabilidad en el centro de la ética. El objeto de la ética no se
circunscribirá solo al bien humano, sino que se extenderá al bien de las cosas
extra humanas, abarcando la biosfera. Su punto de partida es la “heurística del
temor”, como un sentimiento fundamentador de la res- ponsabilidad y esta como
fuerza capaz de mol- dear un imperativo ético para este nuevo tiempo.
Para Jonas el imperativo
categórico de Kant presenta una preocupación solo con el pre- sente, no incluye
las generaciones futuras. El imperativo jonasiano es presentado así: “obra de
manera que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una
vida humana auténtica” o formulado negativamente: “obra de modo que los efectos
de tu acción no sean destructivos para la futura posibilidad de esa vida”, o
simplemente “no pongas en peli- gro las condiciones necesarias de continuidad
indefinida de la humanidad sobre la Tierra”; u otra vez formulado
positivamente: “incluye en tu elección presente, la futura integridad del hombre,
como uno de tus objetivos”43.
Podemos destacar las
palabras clave de cada una de esas formulaciones: 1a. Autenticidad; 2a.
Posibilidad; 3a. Continuidad; y 4a. Integridad. Son diferentes formulaciones
del mismo “prin- cipio de responsabilidad”, que él también llama “imperativo”.
Al comparar con el Imperativo categórico kantiano, el dice que si:
43 Ibid., pp. 47–48.
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la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un
principio
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Leo Pessini
El imperativo categórico
de Kant se dirigía al individuo y su criterio era momentáneo (...). El nuevo
imperativo invoca otra coherencia: no aquella del acto de acuerdo consigo mis-
mo, sino aquella de sus “efectos” últimos para la continuidad de la actividad
humana en el futuro. (...) Nuestro imperativo se extiende en dirección a un
futuro previsible concreto, el cual constituye la dimensión inacabada de
nuestra responsabilidad44.
El imperativo es tomado
como un axioma, sin justificación o mayor fundamentación. El ar- quetipo de
responsabilidad total es el recién na- cido, muestra su total vulnerabilidad y
radical dependencia de los padres y al mismo tiempo su profundo rastro/marca se
muestra como alteridad “presente”. Su total vulnerabilidad exige cuidados y se
vuelve más fuerte ya que el estado del niño está fuera de los parámetros de
reciprocidad (alteridad asimétrica). Y se inserta en un contexto de una
relación de gratitud, ti- pificando la materialización más profunda del
sentimiento de protección y acojida de aquel pequeño ser, en el caso en
cuestión, un bebé. Sin este cuidado el bebé no sobrevivirá, sino que morirá.
Así se espresa Jonas:
El recién nacido reúne
en sí la fuerza para existir, que se testifica así misma, de ser–ya y la
implorante impotencia de no–ser–todavía, el incondicional fin intrínseco de
todo ser vivo y el tener–que–llegar–a–ser de la capacidad correspondiente. Este
tener–que–llegar–a–ser es un estado intermedio (la suspensión del desvalido ser
en el vacio del no ser) que una casualidad ajena a él tiene que completar. En
la insuficiencia radical del recién nacido está previsto ontológicamente que
sus padres lo protejan contra su regreso a la nada y que se encarguen de su
futuro devenir. Aceptar este encargo estaría contenido en el acto de
44 Ibid., p. 48.
procreación. Su
cumplimiento (que también pueden llevar a cabo otros) se convierte en un deber
ineluctable para con el ser cuya existencia autonóma depende totalmente de esto45.
Otra definición que
Jonas da de responsabili- dad, muy intersante, es esta: “el cuidado que se
tiene por deber para con algún otro ser que, una vez amenazado, hace que el
cuidado se convier- ta en preocupación diligente”46.
3.3. La heurística del
temor
Jonas afirma que “cuando
la esperanza no sea más la inspiración, entonces, tal vez sea el miedo lo que
nos pueda conducir a la razón”. Para esto propone que hagamos una heurística
del temor, o sea, sin el presentimiento del fu- turo, el presente sería una
tierra sin cuidados. En una época en que hablamos del “crepúsculo del deber”47, de la “líquidez”48 de las
relaciones (todo se vuelve líquido, fluido, gaseoso), de la política y de la
libertad, parece que defender los principios de la ética no tiene sentido. En
las Cartas sobre el humanismo la idea heidegge- riana de pastor del ser
adquiere una dimensión pedagógica en Jonas. En Heidegger tenemos un llamado
casi desesperado y abrumado por la incredulidad de encontrar una salida para la
técnica, una angustia que nos paraliza. En Jonas estamos ante una urgencia casi
apocalíp- tica, la heurística del temor, como sustituto de las proyecciones
anteriores de esperanza, en las promesas de redención utópica de la moderna
tecnología. En este contexto es evidente rescatar de la idea de Heidegger de
volvernos el “pastor del ser”.
45 Ibid., pp. 223–224.
46 JONAS, Hans. Técnica, medicina y ética. Barcelona, Buenos
Aires,
México: Paidós, 1979, p.
91.
47 LIPOVETSKY, Gilles. A sociedade pós-moralista. O crepúsculo
do
dever e a ética indolor
dos novos tempos democráticos. São Paulo:
Manole, 2005.
48 BAUMAN, Zygmunt. 44 Cartas do mundo líquido moderno. Rio
de
Janeiro: Zahar, 2011,
228p.
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¿Estaría Jonas haciendo
aplogía al temor? Jo- nas constata que valoramos la vida como algo sagrado en
la medida en que conocemos lo que es su aniquilación o, por ejemplo, por medio
del mandamiento “no matarás”. La pérdida de algo o de la mera representación de
su pérdida provoca instantáneamente una valoración del mismo objeto en
cuestión.
De la misma manera,
sabemos lo que significa la libertad al conocer lo es su falta, cuando, por
ejemplo, quedamos presos en una cár- cel o enfermos en un cuarto de hospital.
Ta- les privaciones reales o ficticias pueden tener un efecto positivo sobre
nuestra disposicón y modo de actuar. “necesitamos de amenazas a la imagen
humana (...) para que, con el pavor suscitado, nos aseguremos una imagen huma-
na auténtica”49. Agrega Jonas: “sobre el mal, nosotros, no tenemos
incertidumbres cuando lo experimentamos; sobre el bien, tenemos cer- terza en
la mayoría de las veces cuando de el nos desviamos”50.
El mal imaginado como
consecuencia de nues- tras opciones y acciones (en el futuro) debería servir de
contrapunto al actuar concreto aquí y ahora. Este mal imganado debe asumir un
carác- ter de mal experimentado. Esto es lo que el temor puede, según Jonas,
ofrecer en tanto principio heurístico. Con esto, el primer deber de la ética
del futuro es: entrever o vislumbrar los efectos que a largo plazo tienen
nuestras acciones.
Para Jonas la prudencia
“es el núcleo de nue- tro actuar moral”. Él si utiliza la heurística del miedo
para hacer frente al poder de evolución evocado por la técnica: se trata de una
distor- sión hipotética de la condición futura del Ser, optando por la primacía
del mal prognóstico,
. 49 JONAS, Hans. 1984. Op. cit., p. 63.
. 50 Ibid., pp. 63–64.
pues “es necesario dar
más profecía de la des- gracia que de la salvación”51. Al reflexionar sobre las amenazas, vislumbrando el mal,
po- demos escoger la mejor acción para el presente. El miedo aquí tiene sentido
de aprendizaje, pues anticipa las condiciones desastrosas que pueden ser evitadas.
Joseph Ratzinger (Papa
Benedicto XVI) utiliza el mismo argumento jonasiano frente al poder téc- nico:
destruye la naturaleza, deshumaniza al ser humano y compromete el futuro de la
vida en el planeta. En la senda de la heurística del temor jonasiana al
comentar sobre las nuevas formas de poder a partir de la exitencia de la bomba
atómica, en la segunda mitad del siglo XX:
En la práctica, por un
largo período, fueron la competencia entre los bloques de poder recí-
procamente opuestos y el miedo a comenzar su propia destrucción con la
destrucción de otro lo que nos protegió de los horrores de la guerra nuclear.
La demarcación reciproca del poder y el miedo entorno de la propia
supervivencia se revelaron como fuerzas salvadoras52.
El pensamiento jonasiano
se aproxima y de cierta forma fortalece la sensibilidad y la ac- ción del
movimiento ecológico contemporáneo cuando piensa en un actuar humano, una ética
de la responsabilidad con el futuro de la vida de todos los seres vivos en el
Planeta. Ver las declaraciones de la ONU sobre el medio am- biente, en especial
la Carta de la Tierra que tuvo su nacimiento en la ECO 92 en Rio de Janeiro, la
cual reconocida en 2000 tuvo su aprobación por la UNESCO y debe ser asumida por
todos los países miembros.
. 51 JONAS, Hans. 2006. Op. cit., p. 77.
. 52 RATZINGER, Joseph. O homem desceu até o fundo do poço do
poder, até a fonte de sua própria existência. Folha
de São Paulo. 24/04/2005.
En la cuna dE
la Bioética: El EncuEntro dE un crEdo con un impErativo y un principio
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4. ¿Qué
futuro, asumiendo nuestra responsabilidad, construiremos juntos?
Al finalizar esta
reflexión podríamos hacer dos preguntas, una respecto del orígen y otra sobre
el futuro: ¡Oh! ¿Bioética de dónde vienes? Con Jahr (1926) y Potter (1970)
tenemos indicacio- nes preciosas de sus orígenes. Pero, ¿para dónde vas? El
fututo está en la perspectiva de los dos protagonistas analizados, que se
anticiparon proféticamente a toda la problemática ecológica de hoy, y tienen
mucha sintonía con la causa ecológica de las Naciones Unidas, y de ilustres
activistas en el área, Mikahil Gorbachev, entre otros. Este último identifica
tres grandes de- safíos a ser enfrentados en nuestro tiempo. El primero, se
trada de la necesidad de mantener la paz en el mundo. La comunidad
internacional tiene que estar unida, también, en la lucha con- tra el
terrorismo que no puede ser justificado por ninguna consideración política o
moral. El segundo desafío es la lucha contra la pobreza en el mundo. ¿Cómo
puede el “millón privi- legiado” de personas favorecidas por la suerte
permanecer indiferente ante el espectáculo de la miseria en el que se debate la
mitad de la población del planeta, obligadas a vivir con uno o dos dólares por
día, pasando hambre todos los días, sin acceso al agua potable sin condiciones
decentes de higiene? El tercer desafío identifi- cado está ligado al medio
ambiente. Entramos en serio conflicto con nuestro propio hábitat, con la madre
naturaleza. Estos tres desafíos son interdependientes. Sin combatir la pobreza
serán inútiles todas las medidas ecológicas. Pero si no nos preocupamos con la
ecología, todos nuestros esfuerzos para construir un mundo más justo estarán
destinados al fracaso y nuestros descendientes tendrán que pagar por nuestro
comportamiento insensato y depreda- dor de la naturaleza. La propia vida en la
Tierra
corre riesgo de
desaparecer, se vuelve solamente un episodio efímero en la historia de nuestro
universo53.
Los tres desafíos
propuestos no se refieren solo a los gobiernos y las organizaciones interna-
cionales, sino tambien a cada uno de nosotros. Llegó la hora en que todo
ciudadano del planeta Tierra piense en la contribución personal que puede dar
para esta tarea común.
Somos responsables, ante
las generaciones futuras, por la consevación de la vida en la Tierra. (...)
Hoy, la humanidad necesita de una nueva filosofía de vida, de una nueva ética
que cristalice los valores fundamentales, comunes a todas las tradiciones
religiosas, una ética basada en el consenso entre las naciones y los pueblos
del mundo54.
Gorbachev nombra este
proyecto como el proce- so de elaboración de una ética global y concluye
diciendo: “a ejemplo del gran escritor america- no William Faulkner, yo me
rehuso a aceptar la responsabilidad del fin de la humanidad, sin importar las
pruebas que tenga que enfrentar. Este es mi credo de optimista incorregible”55. Recordemos la Carta de la Tierra, de la cual fui uno de
los principales líderes en todo el proce- so, cuando dice que:
Estamos en un momento
crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su
futuro. (...) Para seguir adelante debemos reco- nocer que en medio de la magnífica
diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una
sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una
sociedad global sostenible, fundada en el respeto hacia la naturaleza, los
derechos
53 SASS, Hans–Martin. The Earth
is a Living Being: We have to treat her as such! Eubios Journal of Asian and
International Bioethics, EJAIB. 2011, vol. 21 (3), 73–77.
GORBACHEV, Mikhail.
Meu manifesto pela terra. São Paulo: Planeta, 2003, 134p.
54
55 Ibid., pp. 118–119.
28
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humanos universales, la
justicia económica y una cultura de paz56.
Anhelamos que nuestro
tiempo sea recordado poe el “despertar de una nueva reverencia ante la vida;
por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en
la lucha por la justicia y la paz, y por la alegre celebra- ción de la vida”57.
Uno de los más
importantes documentos de bioética de la contemporaneidad elaborados por la
UNESCO titulado Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos58 de 2005, apunta entre sus objetivos “promover el respe-
to por la biodiversidad” y entre sus principios fundamentales “responsabilidad
para con la biosfera”; protección de la biodiversidad y la biosfera en la que
el ser humano vive.
Tomando en consideración
perspectivas nue- vas de los últimos Congresos Mundiales, ve- mos que la
Bioética va avanzando globalmente (geográficamente), ampliando su comprensión
epistemológica, así como su abarcamiento te- mático, enfrentando los desafíos
emergentes y señalando prioridades a seguir. Jahr en 1927, en Alemania, y
Potter a inicios de los años 70, son los dos protagonistas pioneros que apuntan
a uno de los mayores desafíos que la humanidad tiene en este inicio de milenio:
la responsabilidad humana de garantizar el futu- ro de la vida en el planeta
Tierra. Rescatamos su contribución intelectual para el campo de la Bioética,
más allá del hegemónico paradig- ma bioético principialista, es una cuestión de
justicia histórica.
. 56 COMISIÓN DE LA CARTA DE LA TIERRA. Carta de la Tierra.
Disponible desde: http://www.earthcharterjordan.org/esp/about. html o
http://www.earthcharterjordan.org/prt/index.html
. 57 GORBACHEV, Mikhail. Op. cit., p. 135.
. 58 UNESCO. Declaración Universal sobre Bioética y Derechos
Hu-
manos [en línea].
Disponible desde: http://unesdoc.unesco.org/ images/0014/001461/146180S.pdf
La Bioética con Potter
(1970) se presenta como un credo personal y un puente. Un credo de valores a
ser cultivados, protegidos y concreta- dos en el diario vivir. En la figura
metafórica del puente, está la propuesta del diálogo inter, multi y
transdisciplinar en las diferentes áreas del conocimiento humano, pero también
tene- mos un puente hacia el futuro. Con Jahr (1926), rescatamos la visión
englobadora e integradora de la Bioética, que además del ser humano (éti- ca
tradicional), en el presente se preocupa por el futuro e incluye a todos los
seres vivos. Es lo que él llama imperativo bioético. Finalmen- te con Hans
Jonas (1979) y su principio de responsabilidad tenemos el vehículo que nos
permite, en el presente urgente y emergente de nuestra historia, transitar por
ese puente, con seguridad, sin riesgos de acidentes, protegien- do la vida de
todos los seres vivos en el futuro.
Con esto la provocación
inicial del subtítulo de este artículo gana sentido: el encuentro de un credo,
con un imperativo y un principio. Los valores propuestos para ser defendidos,
procla- mados y protegidos en estos elementos (credo, imperativo y principio)
nos llevan a la cuna del pensamiento bioético y nos proyectan hacia el amanecer
de la humanidad con esperanza. Es siempre saludable regresar a los orígenes,
como dice T.S. Eliot59:
¡No dejaremos de
explorar
y al final de toda nuestra búsqueda llegaremos a donde empezamos
y
conoceremos el lugar por primera vez!
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