martes, 30 de agosto de 2016

parafraseo:gran error

A continuación óun texto en el que es evidente que el estudiante no se toma el trabajo de decir con sus propias palabras lo que entendió del autor, y en vez de eso parafrasea el texto de modo confuso.

DE LO QUE UNO TIENE
La raza humana es una especie animal precaria, cuya naturaleza consta totalmente de necesidades, nada se valore, e incluso se venere, más intensa y abiertamente que la riqueza, hasta el punto de que también el poder es buscado como medio para lograrla: y que para obtenerla, se descuide o abandone cualquier otra cosa; seres insaciables, ciegos por las riquezas materiales (dinero). Sin embargo, es natural y acaso inevitable amar lo que está dispuesto a transformarse a cada instante en objeto de nuestros deseos y múltiples necesidades; la comida, el vestido, el vino son bienes meramente relativos. En
cambio el dinero es el único bien absoluto, no da respuesta a una sola necesidad en concreto.
Según el autor, las necesidades se encuentran divididas en tres clases según Epicuro: En primer lugar se encuentran las necesidades naturales y necesarias, aquellas que son indispensables como la comida y el vestido, y son fáciles de saciar; en segundo lugar se encuentran las necesidades naturales pero no necesarias, como lo es la necesidad de satisfacción sexual, saciar esta necesidad ya es más difícil; por último se encuentran las necesidades que no son naturales ni necesarias, estas son las necesidades de lujo, opulencia, ostentación y brillo.
La gente que, no habiendo heredado bienes materiales, llega a ganar mucho dinero gracias a sus talentos casi siempre termina pensando que su talento es su capital principal, y sus ganancias sólo sus intereses, estos terminan gastando todo lo ganado hasta que su talento ya no produce más, quedando igual en pobreza; en cambio, la gente que hereda un patrimonio al menos tiene desde el principio una idea clara de la distinción entre el capital y los intereses, conserva su capital y por ende tales personas conservan su riqueza, estos han nacido en la opulencia y han permanecido en ella, piensan mucho más en el futuro que aquellos que no, y son por ende, mucho más ahorrativos; Quien nade con bienes de fortuna los considera indispensables por tanto cuida más de ellos, pero quien ha nacido sin recursos considera la pobreza como un estado natural; y si eventualmente llega a hacerse de fortuna la devorara, no la valora “ dale un caballo a un mendigo y lo matara de cansancio”.
Tras la pérdida de la riqueza o del bienestar del estado de ánimo, una vez superada una primera etapa de sufrimiento, no sea muy diferente del que se poseía antes de la pérdida, se debe a que, cuando el destino disminuye la cifra de nuestro patrimonio, nosotros reducimos en la misma proporción la de nuestras aspiraciones. Es esta operación lo verdaderamente doloroso; pero una vez superada, el dolor se siente cada vez menos, hasta que finalmente desaparece: la herida cicatriza; somos seres vulnerables caemos fácilmente y cuando esto sucede nuestras aspiraciones caen de igual manera, pero también somos
perseverantes ponemos de todo nuestro empeño para lograr lo que nos proponemos hasta conseguirlo, y finalmente las caídas anteriores pasan a ser insignificantes a ser cicatrices de las cuales aprendimos.
Las personas que tienen bienes, fortunas creemos que son felices, pero muchas veces nos encontramos en error, ya que es muy común que estas personas que tienen más son más amargadas, desdichadas e infelices puesto que las riquezas materiales nunca darán felicidad simplemente son objetos inanimados, además de que las personas que tienen todas estas riquezas siempre le harán falta otras cosas generalmente cosas mucho más importantes y trascendentales en la vida y que pueden producir más felicidad como lo son, la familia, la buena salud, la tranquilidad hacia sí mismos y hacia los demás.
Aquel que nace con bienes de fortuna y no lleva a cabo ni lo uno ni lo otro será agobiado por el aburrimiento, será infeliz.

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