lunes, 4 de mayo de 2015

Carlos Gaviria, un defensor del derecho a la libre elección

 
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Carlos Gaviria, un defensor del derecho a la libre elección

Presentó ponencias sobre la eutanasia y la despenalización de la dosis personal. 


 
Gaviria fue profesor de la U. de Antioquia durante más de 30 años. Allí fue maestro de Álvaro Uribe, en 1971.
Foto: Archivo / EL TIEMPO
Gaviria fue profesor de la U. de Antioquia durante más de 30 años. Allí fue maestro de Álvaro Uribe, en 1971. 
Uno de los magistrados más progresistas que han llegado a las altas cortes y un incansable defensor de los derechos fundamentales. Así recuerdan a Carlos Gaviria quienes lo conocieron, tanto en la academia como en su paso por la vida pública.
Él hizo parte de la Corte entre 1993 y el 2001, y llegó a ser su presidente en 1996. En su paso por el alto tribunal jugó un papel fundamental en decisiones de peso relacionadas con los derechos de los colombianos.

Presentó las ponencias con las cuales se logró que la Corte Constitucional aceptara la eutanasia como alternativa para quienes quieren dar por terminada una vida que ha dejado de ser digna, y la despenalización de la dosis personal. Dos fallos que son considerados históricos en el país.
Mediante la sentencia 239 de 1997, y con una votación de 6 votos a favor y 3 en contra, el alto tribunal estableció que no habría responsabilidad penal para el médico que ayude a morir a un paciente terminal que lo ha solicitado voluntariamente. Y además exhortó al Congreso regular este tema, cosa que hoy en día ni el Legislativo ni el Ejecutivo han realizado.
En su momento, la ponencia de Gaviria sobre la eutanasia fue considerada mundialmente de avanzada. El fallo, proyectado por él, puso a Colombia como el único país que permitía el derecho a morir dignamente. (Lea también: Adiós al maestro Carlos Gaviria, un hombre decente
En el 2004, en su paso por el Congreso, radicó un proyecto de ley estatutaria para reglamentar la sentencia que él impulsó; sin embargo, allí no tuvo éxito y se vio obligado a retirarlo.
El otro fallo histórico se dio con la sentencia C-221 de 1994, en la cual la Corte Constitucional declaró inexequible la disposición que penalizaba el porte de dosis personal de sustancias psicoactivas.
Gracias a la ponencia de Gaviria, el fallo del tribunal, que se dio con una votación de 5 votos a favor y 4 en contra, sostenía que no debía penalizarse la dosis mínima por considerar que hacerlo “vulneraba la dignidad humana, la autonomía de la persona y el libre desarrollo de la personalidad, entre otros”.
El exmagistrado sostenía que los altos índices de drogadicción evidenciaban la ineficacia de las políticas preventivas. Además, que la penalización y la prohibición del consumo de drogas no estaban en armonía con lo que es un Estado democrático. (En fotos: Recordando el paso de EL TIEMPO... Carlos Gaviria Díaz)
“Gaviria fue uno de los magistrados más progresistas en la jurisprudencia de la Corte Constitucional, con sentencias simbólicas, que son hitos jurisprudenciales. También ayudó a la Corte a seguir una línea progresista, dejando de lado las barreras de tipo social e ideológico”, dijo el jurista Juan Manuel Charry.
De acuerdo con el exprocurador Jaime Bernal Cuéllar, Gaviria era una de esas personas a las que “siempre se les aprendía algo”, y como magistrado “fue un hombre de avanzada, que comprendía a la sociedad y su complejidad, y que defendió los derechos fundamentales partiendo por el principio de igualdad”.
Aparte de la eutanasia y la dosis personal, Gaviria fue defensor de la despenalización del aborto y de garantizar los derechos de las parejas del mismo sexo. 

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