martes, 27 de octubre de 2015

Modelo médico de Adriana Rios

Aunque presenta problemas de redacción, merece destacarse este ensayo de Adriana Rios

 ENSAYO SOBRE LOS MODELOS MÉDICOS, Y EL PROFESIONAL ACTUAL.

La profesión médica al ser una de las carreras que más tienen que ver con el ser humano, y con esto me refiero particularmente al hecho de que si bien la mayoría de las profesiones requieren un contacto cercano entre profesional y consumidor, en esta la relación entre el médico y el paciente por un lado debe ser más estrecha, y debe constar de una cantidad bastante amplia de características, que rijan esta relación; de forma que se mantenga una relación mucho más cercana, que le permita al médico ver de cerca a su paciente e identificar causas, y así mismo instaurar tratamientos adecuados. Esa ha sido siempre la primera intensión de un médico, es por ello que se han venido desarrollando diferentes modelos, por medio de los cuales el médico pudiera desarrollarse de forma tranquila y amplia dentro de sus conocimientos y principalmente dentro del trato con el paciente, en pro del bienestar del mismo.
Para empezar, históricamente destaca dentro de la medicina un modelo instaurado por el padre de nuestra carrera; Hipócrates, su modelo con una característica bastante predominante, es un modelo paternalista, podríamos decir que el medico asumirá una posición donde este es dueño de la razón absoluta de las cosas, y donde el paciente no tiene voz ni voto para nada más que contar sus problemas; entonces hablamos de un paciente que ingresa a consulta con una serie de problemas, a los que el doctor debe darles respuesta y solución, de la manera que este crea más conveniente, y el paciente debe obedecer lo dicho, ya que el médico es quien sabe cómo deben ser las cosas,
independientemente que su solución este fuera del alcance del paciente, sea por no tener los medios económicos o intelectuales para lograrlo, por ejemplo un paciente de 45 años con dolor en miembros inferiores desde que sufrió un accidente, a quien cada día se le dificulta más realizar sus actividades diarias, pues el dolor en la rodilla derecha le dificulta la bipedestación, a lo que el doctor decide en primera medida enviarle algunas radiografías y pruebas de control a nivel general, las cuales salen, bien. Para solucionar el problema decide que el mejor tratamiento es que el paciente se remita terapia física, a las cuales debe ir 4 veces por semana, durante 3 semanas para empezar, pero el doctor no tiene en cuenta que el paciente vive en una vereda, que no es cercana a la cabecera municipal, que no tiene los medios económicos para el transporte diario.
De manera que este modelo no toma en cuenta la opinión del paciente, ni su situación a un ámbito mayor que el del biológico, y muy por el contrario se limita a la observación interpretación, y decisión del médico.
Por otro lado se han venido desarrollando otros modelos, algunos de los cuales se basan específicamente en por dar un ejemplo las ayudas diagnosticas que tenemos en la actualidad, olvidando ese último término de ayudas; dentro el desarrollo de nuestra práctica clínica, ha sido fundamental la utilización de ciertas pruebas diagnósticas, que nos ayudan en la fundamentación de nuestros diagnósticos, sin embargo muchos médicos han olvidado que la medicina es casi en su mayoría semiología, y debemos ser capaces de hacer un diagnóstico apropiado con los elementos con los que contamos normalmente y estos son la anamnesis de nuestro paciente, su sintomatología, y sus signos clínicos, un buen médico que reconozca la semiología de forma adecuada es capaz de entender a su paciente basado en esto, y si solicita paraclínicos o imagenologia, es para por un lado confirmar un diagnóstico, o por otro lado instaurar un seguimiento, sin embargo tendrá siempre en cuenta que en la mayoría de los casos, lo que más queremos es evitarle al paciente, la radiación, con todas las posibles consecuencias que pueda tener, y evitarle el pasar por procedimientos que pueden ser dolorosos o invasivos, sin que sean realmente necesarios, es así que los modelos tecnológicos de la medicina, ven al paciente como un sujeto, que si bien tiene sus derechos a tener un buen servicio médico, olvida que también tienen implícito el derecho a recibir la atención médica que les cause el menor daño posible, eso incluye la menor exposición a radiación y métodos dolorosos posibles, sin dejar de lado claro está que algunas ayudas tecnológicas no estarán de más; de forma que si llega un paciente
de 21 años con un dolor en el pecho, si bien es importante realizarle un electrocardiograma, ya que se debe descartar una causa cardiaca que pueda ser letal, se debe interrogar, sobre la aparición del dolor, la intensidad, y la forma de presentación, no es necesario solicitarle una radiografía si evidenciamos que el dolor se reproduce al hacer digito presión en la zona costo-condral, ya que esta última sería una exposición innecesaria para un diagnostico que se hace con un buen examen físico y una adecuada anamnesis.
Aunque estos modelos representan formas muy diferentes de concluir diagnósticos, permiten llegar al mismo, pero no se tiene en cuenta el bienestar absoluto del paciente, y esto último al haberse olvidado, ha promovido la aparición de nuevos modelos en los que se obliga al médico a determinar su profesión que debería ser meramente humanística, como una profesión dada por contrato, así es como aparecen los modelos legales, donde suponemos que el médico debe entrar en común acuerdo con el paciente, y brindarle lo que este demanda o de lo contrario será acreedor a una demanda, realmente uno de los modelos más absurdos que hayan surgido para mi modo de ver, ya que en la mayoría de las ocasiones se le dé autoridad a la ignorancia; entonces hablamos de un paciente que llega exigiendo, diagnósticos o procedimientos, porque quiere ser bien atendido, olvidando que el conocimiento del caso lo tiene el médico, el cual se verá obligado a darle al paciente lo que este exige, para que el mismo se sienta bien atendido, y no demande, si nos basamos en el miedo a las demandas, como podríamos obrar de forma adecuada, estaríamos siendo guiados por una forma estrictamente pre-convencional, la cual no permitiría la profundización de los conceptos que nos cuenta el paciente, ya que la prioridad estará dada en la complacencia del paciente y no, en el entendimiento de su caso y el desarrollo de una solución adecuada. Y es de esta misma forma que aparecen estos modelos comerciales, que se han empeñado tanto en establecer en la actualidad a nivel nacional, donde el médico es simplemente un ofertante de servicios el cual debe estar en pro de la satisfacción del paciente, como lo dije en alguna otra ocasión, los modelos de salud pública actuales en este país buscan brindarle privilegios a los pacientes, y han convertido las IPS nacionales en algo similar a un hotel, de manera que a mayor comodidad y lujo que se le brinde al paciente, mejor servicio tiene.
Pero entonces que hay del nivel de atención médica, de los conocimientos que deben fundamentar el desarrollo del acto médico, dentro de los modelos de acreditación
actuales en el país se busca entre otras cosas, la evaluación de la satisfacción de los pacientes para con el servicio que se les presta en la institución, que tan absurdo puede sonar esto, analicemos palabra por palabras, “evaluación de la satisfacción de los pacientes, para con el servicio prestado en las instituciones hospitalarias” la satisfacción de los pacientes, es la que va a medir la calidad del servicio médico, pero que parámetros rigen esta satisfacción, por un lado lo razonable del caso, la forma en que el personal de una institución le atiende, esto independientemente de la profesión debe tenerse en cuenta, todos somos humanos y personas ante todo, así que de igual manera merecemos respeto. Pero además se tienen en cuenta parámetros como, que tan bien se sintió mientras esperaba a que lo atendieran, le parecieron cómodas las sillas en la sala de espera, le parece adecuado que le ofrezcan aromática u otras bebidas mientras espera a ser atendido, le parece a usted que lo que el doctor le diagnóstico es apropiado, se siente conforme con el diagnostico que le dio el doctor, ¿Qué clase de pregunta es esta? Como es posible que un enfermo tenga que estar conforme con su diagnóstico, ¿qué hacemos en el caso de que no sea así, inventar diagnósticos hasta dar con uno que le agrade al paciente?
La preocupación de estos modelos no se limita a la forma en que un médico, debe atender de manera que busque que no se pierda esa humanización que debería caracterizar la profesión, se enfoca más bien en concederle al paciente herramientas para manipular el servicio que se le presta a su agrado, y este es otro tema importante, la salud es un derecho no un servicio, otra falla enorme en este modelo, por un lado, el permitir que se conciban los derechos humanos como un servicio, en este sentido si no pagas o pagan por ti no deberías tener acceso al mismo, entonces qué clase de atención podemos brindar si la misma debe verse limitado al gasto. Nada más ilógico que el pensar que un derecho se presta, como si fuese un servicio, la salud no está dada para quien pueda pagarla, o no debería ser así, estos modelos comerciales en los que se sujeta la medicina, al ámbito de oferta y demanda, no hacen más que deshumanizar la medicina, y permitir que el paciente sea visto como un objeto, al que ni siquiera se le puede conceder un derecho tan fundamental como lo es el de la salud, y la atención médica. Tanto así que se ha llegado al punto en que los mismo pacientes reconocen su estado de desamparo y buscan métodos absurdos para ser atendidos, hace ya casi 1 año, mientras me encontraba en turno en el servicio de urgencias de un hospital al sur de la ciudad, llego una ambulancia con un paciente habitante de la calle que le gritaba a todo
el mundo que tenía tuberculosis, que hacía dos días le habían diagnosticado en un hospital cercano tuberculosis, al preguntarle a los auxiliares de la ambulancia, los mismos refirieron que lo encontraron en una de las calles del centro de la ciudad, gritando de dolor, en las extremidades, quejándose de hambre y diciendo que contagiaría a todo el mundo, por lo que creo pánico entre quienes se encontraba a su alrededor, por lo que fue llevado al hospital, durante el viaje el paciente se encontró tranquilo, pero al llegar al hospital el paciente empezó a gritar nuevamente para que le atendieran, pues tenía tuberculosis según lo que decía, al verlo se observaba en muy mal aspecto general, con mala higiene, y múltiples lesiones abiertas tipo escaras a lo largo de su cuerpo, fue enviado con los auxiliares de enfermería, quienes con gran trabajo le ayudaron a bañarse, y una vez limpio, fue examinado por el personal médico, en el interrogatorio, se mostraba bastante tranquilo, nos contó que hace 5 años le habían diagnosticado VIH, que se encontraba en tratamiento, y para nuestra sorpresa sabia los nombres de los medicamentos que debía tomar, y en qué momento debía hacerlo, según lo que nos comentaba, se observaba una fiel adherencia al tratamiento antirretroviral, entonces se le interrogo acerca de la tuberculosis que decía tener, lo que el paciente respondió, que nunca la tubo, nunca le había diagnosticado tal patología, y nos contó que muchas veces, al acercarse a los centros médicos por medicamentos para recibir sus antiretrovirales, era rechazado e ignorado por el personal de las instituciones, desde el celador, hasta los médicos, y hacía ya tiempo se había dado cuenta que la única manera que tenía para que le pusieran cuidado, y le dieran sus medicamentos, era hacer pensar a todos, que tenía una enfermedad contagiosa, y peligrosa, nos dijo entonces que sus medicamentos se le acababan esa semana, y necesitaba unos nuevos, y que además había estado con un dolor en las piernas, que no se explicaba pues era de reciente aparición y no disminuía con nada, se le atendió, se hicieron sus controles médicos, para ver qué tan controlado tenía su patología, y aunque el paciente ya se encontraba en fase SIDA, desde hacía un par de años según lo que nos refirió, seguía en su lucha con el servicio de salud colombiano, por su derecho a ser atendido como cualquier otro, lo último que nos dijo antes de salir de la institución una vez se hicieron todos los controles, y se le dio el medicamento para un ciclo más de antiretrovirales, fue que tal vez nos veríamos en otra ocasión, y que se iría a ver que otra enfermedad que amenace la vida de otros podría inventarse para ser atendido más adelante.
Este es un fiel ejemplo de lo que el servicio de salud representa bajo modelos que lo ven como eso, como un servicio; los modelos comerciales y legales, son en síntesis, una deshumanización de la medicina, son modelos que hacen que el profesional de la salud pierda su amor por la humanidad, y olvide que desde un habitante de calle, hasta el presidente de la república, tienen exactamente el mismo derecho de ser atendidos, algo claramente olvidado a causa de estos modelos, que se centran meramente en el ámbito económico, y el lucro de los dirigentes.
La medicina no requiere de un modelo por el cual debamos regirnos, un médico integral no debe ser dirigido por un pensamiento meramente biológico, o económico, ni siquiera por pensamientos biopsicosociales, que aunque comprendan al paciente como seres integrales con afectación de todo ámbito en que se desarrollan, muchas veces olvida la autoridad del médico, un médico integral debe identificar a sus pacientes y sea por medio de la experiencia médica, por medio de la empatía, o del conocimiento, debe desarrollar, una forma adecuada para diagnosticar y tratar a cada uno, no es lo mismo tratar a un paciente con un nivel académico nulo, que a un paciente universitario, o profesional, no es lo mismo tratar a un paciente de 80 años que a uno de 20, cada paciente así como tiene necesidades diferentes, requiere formas diferentes de manejo, con cada cual se deben buscar los métodos que sean necesarios para su bienestar, así que si debiera escoger un modelo médico para el profesional de la salud, en primera medida no escogería uno de los que ya están estipulados, pues considero que cualquiera de estos deja de lado aspectos importantes, como el simple hecho de que todos seres humanos, e incluso nosotros como médicos lo somos, ante todo somos personas que al igual que nuestros pacientes merecemos, respeto y ser valorados por lo que somos y por lo que sabemos, en este sentido más bien propondría un nuevo modelo, basado en el tipo de paciente, entendiendo al paciente como un ser o persona compleja, que tienen diferentes necesidades, dentro de las que entra no solo su derecho por ser atendido de forma íntegra, sino además requiere un seguimiento continuo, y por supuesto la comprensión de su situación, entendiendo que en muchos casos, existirán pacientes que se limitan a hacer lo que el doctor les dice, y no por eso se tomara la decisión más fácil, sino la que más le convenga al paciente, obviamente explicándole al mismo todo lo que ocurre respecto a su estado, en muchas ocasiones solo tendremos que mostrarle las opciones que existen para el tratamiento de su problema, médico, dejándole claro que puede contar con la opinión de otros médicos, y dejándole claro lo bueno y lo malo de
cada opción, en muchas otras tendremos que imponer un tratamiento, al cual deben regirse, pues no todos los pacientes son capaces por si solos de decidir lo mejor para ellos mismo, pero en este último caso, el medico deberá pensar en el paciente como un ser integro que cuenta con múltiples factores, como sociales laborales, familiares personal, intelectuales, que precipitaran su tratamiento, le ayudara o le disminuirán su adherencia al mismo. Un modelo que tenga en cuenta el respeto que debe dársele a cada paciente, y el respeto que ellos nos deben a nosotros, que tenga en cuenta las necesidades particulares de cada uno, su entendimiento, incluso se personalidad es lo que realmente necesitamos, muchas veces en la consulta llegan pacientes que ni siquiera saben el nombre de los medicamentos que toman, o por lo menos el nombre de la enfermedad que padecen o han padecido, estos son pacientes que no deben ser tomados a la ligera y que necesitan unas órdenes estrictas que cumplir, para asegurar de algún modo una mejor adherencia al tratamiento, estos pacientes no son a los que les mostramos 10 métodos diferentes de tratamiento, estos son los paciente a los que les damos el tratameinto mas idóneo, sin preguntar si lo quieren o no, y nos aseguramos de que lo reciban, y es allí donde surge un elemento fundamental, dentro el modelo médico que creería yo necesitamos, un acompañamiento en salud, que no se limite a dar citas cada tanto tiempo, si no que vaya mucho mas allá, de manera que se cuente con personal capacitado, para realizar visitas e identificar las fallas en el tratamiento que reciben los pacientes, como médicos en la consulta diaria, nos damos cuenta de forma muy sencilla quienes necesitan un seguimiento más cercano de sus patología, y de las condiciones de vida, en muchas ocasiones, aunque no ameritan hospitalización se deben dejar institucionalizados pacientes solo porque reconocemos que no habrá un apego adecuado al tratamiento que se instaura, y eso es falta de educación, que si bien el medico puede explicar en la consulta, no siempre es bien entendido, allí seria donde entren este tipo de acompañamiento, se identifican a las personas con mayor discapacidad a la hora del cumplimiento, y se le asigna al personal adecuado, para que en su propio entorno, le enseñe la forma adecuada de regirse a su régimen de tratamiento, una visita cada 8 días es suficiente para observar e instaurar esto, y realmente no se requiere de un médico, para esto solo de alguien que sepa escuchar y explicar las ordenes médicas, y pueda asegurarse de explicarlas en el entorno del paciente, y el médico solo se encargaría de confirmar que se esté haciendo de forma adecuada, este seguimiento en su consulta.
Es necesario aclarar que no todos los pacientes requerirán esto, tal como lo dije en un principio, cada paciente requiere de un médico, con actitud diferente, y totalmente acorde a la personalidad de cada paciente, pues esto asegurara su comprensión, el respeto, y la adherencia al tratamiento, ya que por lo identificado en el ámbito clínico, cuando un paciente respeta a su médico, este así mismo confía más en su criterio, y se le hace más sencillo, y sobretodo necesario contarle al médico todas aquellas circunstancias relevantes para su enfermedad e incluso para el tamizaje de eventos que no se hayan presentado aún.
Es por todo esto que digo que un buen profesional no requiere de un modelo médico, y que en ultimas si se da el caso de implementar alguno, puede hacer una mezcla de varios, e implementarlos de acuerdo a cada paciente, lo único que si deberíamos tener en cuenta es el dejar de lado esos modelos comerciales, tecnológicos, y legales, que pretenden dictar parámetros estrictos de comportamiento, y de manejo de acuerdo a ideas creadas por personajes que ni sabes ni tienen nada que ver con el mundo de la medicina, y de la salud, mientras que el médico tenga en su mente el bienestar del paciente, respete sus derechos, y a la vez el paciente respete al médico, y conozca cada cual sus deberes, la relación médico paciente puede ser armoniosa y beneficiosa para los dos. De forma que se hará utilización justa de todos aquellos elementos necesitados, se harán diagnósticos oportunos, y se promoverá la confianza entre el médico y el paciente, así como el seguimiento continuo de cada paciente, pues no hay nada como el conocimiento de la historia clínica de nuestro paciente, y su estado, cuando un médico conoce a su paciente, sabe que tratamiento es mejor para él, y que debe y que no se debe hacer con él, que se le puede ofrecer y a q responderá adecuadamente, y que será innecesario en cada ocasión.

“Un médico necesita entender a su paciente, y darse a entender, no debe imponer decisiones, sino hacer que su paciente entienda lo más conveniente, y adecuado para su estado, y así mismo promover su adherencia al cuidado médico, y personal, así como su sinceridad ante la atención en salud”
Adriana Ríos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario