martes, 27 de octubre de 2015

Modelo médico de Juan Pablo Tellez

 Este  ensayo  no es tan original en ideas y propuestas como otros que hemos destacado, pero observen que no presenta problemas de redacción graves, lo que facilita su lectura.

EL MODELO MEDICO QUE DEFIENDO. JUAN PABLO TELLEZ RODRIGUEZ. GRUPO A.


La relación médico – paciente es un proceso complejo en el que no solo interactúan estos dos actores, sino que también intervienen otros factores como lo son el sistema de salud, los riesgos laborales del médico, la autoridad científica, la autoridad ideológica, la autoridad hospitalaria, etc. Desde la perspectiva del paciente interviene el concepto de “calidad de vida”, sus convicciones religiosas, la resiliencia intrínseca de cada individuo, la capacidad de adaptarse a un nuevo estado, y por último: la Libertad, que es un problema ético, ya que existe un conflicto entre la autonomía del paciente o la autonomía del médico.
Un modelo que ha sido muy popular durante gran parte de la historia es el modelo paternalista o sacerdotal. Este modelo se basa en una relación de dependencia en donde la conducta para obtener el beneficio final lo define el médico. En este modelo de relación médico – paciente los médicos hacen uso de sus conocimientos para determinar la condición clínica de sus pacientes y la fase clínica de la enfermedad; a partir de lo anterior los mismos médicos podrán elegir diferentes pruebas diagnósticas y diferentes tratamientos que ellos consideren como los mejores y más adecuados para mejorar el proceso patológico del paciente y mejorar su calidad de vida. En este modelo, el paciente es un actor pasivo que debe actuar a merced del concepto y del criterio del médico. En los últimos años este modelo ha entrado en decadencia debido a los avances tecnológicos y el fácil acceso por parte de los pacientes a esta, porque fácilmente pueden consultar en la internet y contrariar al médico y su concepto, es evidente que a las personas ya no les cae muy bien la opción de ser simplemente unos entes que siguen ordenes o instrucciones sin ser partícipes de estas.

Otro modelo que se debe tener en cuenta es el modelo informativo, esta modelo es totalmente opuesto al modelo paternalista, ya que este modelo se basa en la siguiente primicia: “El objetivo de la relación médico – paciente es proporcionar al paciente toda la información posible acerca de su proceso patológico de modo que este pueda elegir la intervención o tratamiento que desee”. Este modelo de relación médico – paciente tiende a desmeritar el trabajo del médico y su conocimiento, ya que acá hay una perdida completa de la autoridad médica. La formación médica actual comprende un proceso de 6 años, 5 de los cuales los estudiantes pasan por un proceso de aprendizaje y adquisición de conocimientos que les serán útiles durante toda su carrera médica, y el último año es un año en donde existe un proceso de consolidación de dichos conocimientos y son puestos en práctica. Por ende un modelo de relación médico – paciente en donde el médico no pone en práctica sus conocimientos sino que está a merced de lo que escojan los pacientes (en ocasiones de los caprichos de estos), resulta desmotivante y poco práctico; además que los pacientes no tienen un fundamento científico o un conocimiento detallado acerca de la enfermedad que les aqueja, por lo que dejarles toda la responsabilidad a ellos, parece ser un error a simple vista.

El siguiente modelo que entra en discusión, es el modelo comercial de la salud. Este es el modelo actual que se está empleando en Colombia, y es el modelo que establece la ley 100 de 1993. En este modelo se transforma totalmente el concepto que se tiene en la relación médico – paciente, aquí la esencia del paciente cambia porque este pasa a ser un Cliente, el sistema no se basa en un acto médico fundamentado, sino en crear una satisfacción para las personas usuarias del sistema. La prioridad del sistema es propiciar el consumismo, es decir, las personas son consumidoras del sistema de salud y pagan por un servicio. El problema observable acá es un problema de fondo, la medicina está concebida como una actividad que busca aliviar las enfermedades y los males que afectan a las personas, de hecho ese es el mensaje consagrado en el juramento hipocrático, con un sistema comercial, la esencia de fondo de la medicina, inspirada a través de los siglos se pierde, y el control de la misma pasa a estar en manos de unos pequeños grupos que solo buscan una mayor adquisición económica y se olvidan del paciente, por esto se observan retrasos en la atención, retrasos en los pagos y alargamiento en los periodos de espera para poder acceder a exámenes complejos y tratamientos de alta calidad.

El siguiente modelo a debatir es el modelo instrumentalista de la salud. Este es un modelo que pone al paciente en un lugar incómodo. El paciente acá se transforma en un objeto (hay que recordar la diferencia entre objeto y sujeto, la cual es que a los objetos se les niega ciertas cualidades básicas como lo son la vida, los sentimientos, la conciencia misma, entre otras) de un protocolo en busca de obtener información para proyectos investigativos, desarrollar nuevos procesos diagnósticos, fármacos o nuevas terapias. El paciente también deja de ser paciente para pasar a ser un ser involucrado en un estudio cuya utilidad es generar datos, y la relación interpersonal entre el médico y el paciente queda a un lado. Es decir hay una perdida completa y total de la empatía que
debe desarrollarse entre un médico y un paciente, la cual es necesaria para realizar una valoración integral y que el paciente entre en confianza con el médico para que este le cuente sin tapujos lo que realmente le aqueja. Este modelo de relación médico – paciente es el típico caso donde la enfermedad adquiere mayor relevancia que el paciente. Es verdad que es importante llevar a cabo procesos investigativos que permitan mejorar la práctica médica, más aun en el siglo XXI donde la tecnología y el conocimiento científico avanzan a pasos agigantados, pero esto no significa que se deba olvidar la importancia que tiene una buena relación médico – paciente y que la medicina está hecha es para ayudar y beneficiar a los pacientes y no para tenerlos como objetos.

Otro modelo que vale la pena discutir es el modelo interpretativo. El modelo interpretativo se centra en el paciente, es decir, este tiene el control. Sin embargo hay una diferencia bastante grande con el modelo informativo, ya que en este modelo el medico tiene una posición un poco más participativa, sin embargo el paciente sigue con la capacidad de tomar la decisión final. El objetivo neto de la relación médico – paciente en este modelo, es que el paciente le plantee al personal médico lo que realmente desea realizar de acuerdo a su condición patológica y que el médico le ayude a satisfacer dicha necesidad según las distintas posibilidades que se encuentren disponibles. Según este modelo, los valores del paciente no son necesariamente fijos o conocidos por el mismo. Por lo general, estos están estos están poco definidos o el paciente solo los conoce de manera parcial, esto puede llevar a ciertos conflictos entre el médico y el paciente cuando se enfrentan a una situación concreta. En este modelo el medico puede tomar una actitud de consejero, facilitándole al paciente la información que necesite lo que le permite a este aclarar valores y sugiriendo intervenciones. Este podría ser un modelo de relación médico – paciente aceptable hasta cierto punto, ya que muestra un poco más equilibrada la balanza de los 2 lados, sin embargo no deja de haber una perdida
sustancial de autoridad médica, el médico pierde de cierta manera su autonomía y empieza a quedar relegado a un segundo plano, es decir, se limita su plan de acción, aunque este puede acomodar de cierta forma la entrevista con el paciente para llevarlo a lo que este pretende.

Otros modelos de los que vale la pena hacer mención antes de desarrollar el modelo médico que a nivel persona considero mejor son: el modelo satisfaccionista, el modelo asistencial y el modelo common service. El modelo satisfaccionista es un modelo centrado exclusivamente en el paciente, es decir, el paciente califica el actuar medico según criterios personales; es modelo que está sujeto a varios sesgos, ya que el paciente puede malinterpretar el actuar médico y juzgar mal, sin conocer adecuadamente los protocolos médicos, los modos de actuar y criterios médicos personales; cuando el paciente tiene mucho poder y autoridad sobre el medico la profesión médica se desvirtúa, ya que en principio la labor del médico es brindarle unos medios al paciente que permitan disminuir, atenuar o curar su proceso de enfermedad. El modelo asistencial pone como bandera que la salud es un derecho fundamental que hay que garantizarle a todas las personas. Esta es una primicia muy cierta y verdadera, que debería cumplirse en todos los rincones de Colombia y el mundo, pero la salud abarca más cosas que prestar un servicio. La medicina y salud son actos que involucran características morales y éticas que van más allá de garantizar un servicio. Por último está el modelo common service, en donde la relación médico – paciente se centra en el médico, es decir, el médico establece las reglas del juego y es quien decide que realizar con cada situación del paciente, como se lleva la charla y la empatía. Es un modelo que desprecia al paciente quien es quien realmente necesita de atención y por eso acude a consulta medica.


Partiendo de los modelos previamente expuestos es posible poder definir un modelo que pueda satisfacer las necesidades de la salud en Colombia. Un modelo que sería bueno instaurar sería un modelo que rescate de cierto modo el contacto y la relación médico – paciente que tanto se ha echado a perder con el paso de los años y la instauración de la ley 100 y la consecuente comercialización de la salud y el monopolio instaurado por las EPS. Es necesario un modelo de salud diferente, en donde el estado intervenga de una manera más cercana, donde haya una mayor inversión en salud en todos los aspectos. Es necesario que Colombia desarrolle sus propios proyectos investigativos de manera más autónoma, pensando en necesidades y objetivos propios de nuestra población (es verdad que no se puede dejar de observar los estudios y proyectos desarrollados en Estados Unidos y otros lugares del mundo), pero es primordial buscar soluciona nuestros problemas desde nuestra condición social, económica, política, cultural, etc. En cuanto a la relación médico – paciente propiamente dicha, es necesario que haya una mayor interacción e integración de las dos partes, es decir, es necesario que tanto el médico como el paciente sientan que la otra persona es uno mismo, es decir, ponerse en el lugar del prójimo y de esta manera poder desarrollar una empatía más grande (no debe confundirse con que el paciente y el médico deben convertirse en amigos íntimos) que permita que tanto el paciente como el médico confíen el uno en el otro. Esto posteriormente permitirá que el médico dentro del proceso de atención pueda enseñarle al paciente aspectos fundamentales de la enfermedad que le aqueja: enseñarle sus causas más frecuentes, su modo de prevención, como debe ser el tratamiento adecuado y la importancia de una buena adherencia etc. Y del mismo modo el médico puede reflexionar y aprender del paciente en la medida de cómo reacciona este frente a su condición médica y de la percepción que este tiene frente a su enfermedad. Este es un modelo similar al modelo asistencial humanista, en donde las instituciones del gobierno
tengan una acción más participativa en cuanto a presupuesto e inversión, se le devuelva al médico su autonomía de conocimientos y decisiones, y tanto el paciente como el médico tengan una relación más estrecha y el paciente confié mas en el médico y en los conocimientos de este.

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